El absentismo entre los trabajadores con discapacidad es inferior a la media - Diversidad e inclusión
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El absentismo entre los trabajadores con discapacidad es inferior a la media

El absentismo entre los trabajadores con discapacidad es inferior a la media

El absentismo laboral es un fenómeno que cuesta cada año miles de millones de euros a nuestro país. Además, el “efecto crisis” ha agotado su potencial y el absentismo ha repuntado por primera vez en 6 años, siendo una de las principales preocupaciones para las empresas, al ser un factor que afecta directamente a su competitividad.

Se han realizado numerosos estudios relativos al absentismo, pero apenas existen datos en torno al que se refiere específicamente a los trabajadores con discapacidad. Existe un importante desconocimiento que hace persistir falsas creencias que identifican al trabajador con discapacidad con una mayor tendencia a las bajas laborales. Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco: “estas creencias son producto de clichés históricos y culturales que nuestra sociedad tiene que superar. Aunque se ha avanzado mucho, siguen persistiendo razonamientos bien construidos para argumentar a favor de la no contratación de personas con discapacidad, fundamentalmente por miedo a lo desconocido debido a falta de experiencias previas”.

En este contexto, la Fundación Adecco, en el marco del IV Informe Adecco de Absentismo ha encuestado a una muestra de sus 297 empresas colaboradoras para profundizar en la incidencia del absentismo entre los trabajadores con discapacidad, realizando una comparativa entre éstos y sus empleados a nivel general. Los resultados se han plasmado en este informe sobre absentismo laboral de personas con discapacidad.

Una conclusión se desprende con claridad: la discapacidad no es un factor que intensifique el absentismo laboral. Muy al contrario, la incidencia del mismo es inferior a la media en todos los supuestos.

En la encuesta realizada a las empresas colaboradoras de la Fundación Adecco, se ha solicitado a las empresas que valoren las situaciones que ocasionan mayor número de ausencias, primero entre los trabajadores a nivel general y después entre los trabajadores con discapacidad.  Llama la atención el hecho de que, en todos los supuestos  (salvo en el específico de personas con discapacidad), la incidencia de ausencias es superior cuando se refiere a la globalidad de los trabajadores, descendiendo entre aquellos que tienen certificado de discapacidad. Traducido a cifras, las opciones “mucha incidencia” y “máxima incidencia”, han alcanzado una media en porcentaje del 10,4% entre todos los empleados, situándose en cerca de la mitad entre aquéllos que tienen discapacidad (6,3%). Las tablas de abajo desglosan esta información, haciéndose más visual y representativa en la gráfica comparativa que presentamos a continuación de las mismas.

El menor absentismo entre los trabajadores con discapacidad puede explicarse por los valores intrínsecos que albergan: esfuerzo, afán de superación, capacidad de sacrificio, motivación, etc.  Trasladados a la empresa, traen consigo una alta fidelidad al proyecto y una mayor estabilidad.

Además, hay que tener en cuenta que la tasa de actividad de las personas con discapacidad es aún muy baja (36,6%), debido en parte a barreras sociales y culturales que frenan su acceso al empleo: miedos personales, prejuicios empresariales o sistemas de pensiones que, si bien garantizan unos ingresos mínimos, en algunos casos promueven la inactividad y suponen una barrera para buscar trabajo.

Esta circunstancia es especialmente ilustrativa y pone sobre la mesa una interesante evidencia: las personas con discapacidad que deciden participar en el mercado laboral lo hacen porque realmente quieren hacerlo. Tengamos en cuenta que muchas podrían vivir con las prestaciones que reciben del Estado, pero aún así se esfuerzan por ser parte activa de la economía y de la sociedad,  a través del empleo.

Además, hay que tener en cuenta que, si la contratación ha sido coherente, la discapacidad no ha de suponer un hándicap para el puesto para el que han sido contratados. Por este motivo, el desempeño de su trabajo no  influye en un aumento de las visitas médicas.

Si a todo ello añadimos los beneficios fiscales que las empresas tienen al incorporar personas con discapacidad, se concluye que, en términos cualitativos y cuantitativos, su contratación resulta muy rentable para las compañías.

absentismo tablas--

Irene Gil
irenegilromero@gmail.com

Periodista. Más de una década profundizando en la situación social y laboral de las personas en riesgo de exclusión.

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