Miguel Ángel Tobías: “Me llamo GENNET es un ejemplo del valor de la educación”

-

Sordociega y nacida en uno de los países con mayor pobreza y desigualdad de la tierra como es Etiopía, Gennet parecía tenerlo todo en contra hasta que un golpe del destino arrojó definitivamente esperanza a su vida. Gennet fue adoptada por una mujer extraordinaria, Carmen Corcuera, quien decidió darle la mano y ayudarle a tener una vida mejor de la que, sin duda, le esperaba. 

Con determinación, el esfuerzo de ambas y un amor que traspasa la pantalla, Gennet ha logrado convertirse en la primera persona de la historia sordociega congénita que logra obtener un título universitario en suelo europeo. Una historia real de superación que nos invita a ampliar nuestra visión y cambiar nuestro objetivo por el de un gran angular, entendiendo la importancia de centrarse en lo que una persona es capaz de hacer y no de lo contrario. 

Miguel Ángel Tobías, director de la película “Me llamo GENNET” nos concede amablemente esta entrevista para la Fundación Adecco donde nos adentraremos en los entresijos de la propia película, y en cómo, entre otros asuntos, la discapacidad está cada vez más insertada en el cine y la televisión. 

¿Qué crees que despierta en la sociedad una película tan humana, inspiradora y transformadora en cuanto a la manera que tenemos de ver la discapacidad?
Por un lado, si preguntáramos a cualquier persona individualmente, todos reconoceríamos que la discapacidad es algo que convive entre nosotros y que es digna de ser reconocida y atendida de la manera que se debe. Pero, sin embargo, como sociedad nos queda todavía mucho por hacer. No somos de verdad conscientes de lo que significan, desde el punto de vista social, las necesidades reales que tienen las personas con discapacidad para poder desarrollar su vida tanto personal, profesional, cultural, emocional y de todo tipo. 

La película es un ejercicio de confrontación con nosotros mismos porque cuando comprendemos lo que es y ha sido la vida de Gennet, el esfuerzo que ha tenido que hacer para tener una vida totalmente integrada en la sociedad, nos damos cuenta de que la vida de las personas sin discapacidad es mucho más sencilla. En muchos casos, debemos ser conscientes de la suerte que tenemos y precisamente por esa consciencia, tenemos que ayudar a las personas con discapacidad. 

Por otro lado, uno de los grandes mensajes que nos deja la película es que nos demos cuenta de lo que ha sido capaz de hacer Gennet viniendo de dónde venía y habiendo vivido las circunstancias que le han tocado- en África primero y luego adoptada en España-. Era importante plasmar el hecho de cómo se puede desarrollar una vida plena y en inclusión, desde la dificultad de una discapacidad como es la sordoceguera.

De toda experiencia profesional y personal podemos extraer un aprendizaje. ¿Qué ha sembrado en ti la película que has dirigido?
Una de las cosas más emocionantes de hacer esta película ha sido que todo el equipo- técnico y artístico- reconocen que hay un antes y después en la vida de cada uno de nosotros. El haber tenido la oportunidad de compartir tantos meses en lo que ha sido el rodaje con una persona sordociega, nos ha hecho valorar todo lo que tenemos, ser más conscientes de la importancia de los pequeños detalles, tomar también consciencia de lo que tenemos a nuestro alrededor y nos ha hecho a todos más humanos.

Personalmente, me ha reforzado en la idea que tiene este trabajo. Me ha reforzado en la idea de cómo, a través del audiovisual, podemos cambiar el mundo. Siempre he pensado que el audiovisual, junto con la educación, son las herramientas más potentes que hay para cambiar la sociedad, luchar contra las injusticias y concienciarla antes muchas situaciones que merecen ser conocidas y, en este caso, de la discapacidad. 

Con “Me llamo GENNET” he vivido una gran experiencia de vida y profesional. Me ha demostrado, gracias a los espectadores que la han visto en los distintos países donde la hemos estrenado, de que estamos en el camino correcto para alcanzar una sociedad más inclusiva y más humana. 

Tus proyectos audiovisuales siempre comparten un factor común, el carácter social y la preocupación por lo humano. ¿De dónde nace ese espíritu? ¿Por qué es importante para ti?
Este compromiso social ha estado siempre en mí de una manera natural. Ya en el colegio recuerdo que peleaba por alcanzar la justicia. Supongo que, como muchas de las cosas que nos pasan en la vida, tiene que ver con lo que uno ha vivido en casa. Siendo niño ya aprendí, gracias al ejemplo de mis padres y abuelos, a ayudar a otras personas en situación de vulnerabilidad. 

Con los años, me di cuenta de que solamente hay dos posiciones en las que los seres humanos podemos estar en el mundo: o estamos en el lado de poder ayudar, o en el de necesitar ayuda. Siempre digo que cuando alguien nos pide ayuda, lo primero que tenemos que sentir y pensar es darnos cuenta de la suerte de estar en el lado amable del mundo y que, sería mucho peor estar en el lado de necesitar ayuda. 

Entonces, cuando uno es consciente de que estamos en el lado de poder ayudar, lo único que tenemos que hacer es cumplir y honrar el privilegio de estar ahí. Es en este nivel de consciencia en el que he ido desarrollando mi vida y mi actividad profesional. Lo único que hago es intentar, a través de mi trabajo, ayudar a alcanzar un mundo más justo, más igualitario y a ser la voz de las personas que por estar en una situación de vulnerabilidad no tienen voz.

“Con Me llamo GENNET he vivido una gran experiencia de vida y profesional”

Hemos podido saber que, al comienzo, la idea era que “Me llamo Gennet” fuese un documental. ¿Qué es lo que provocó el cambio?Cuando conocí la historia de Gennet me di cuenta de que había que contarla. Al venir del mundo documental, pensé que se trataba de una maravillosa historia para hacer algo con ese género y recrear su vida actual. 

Pero, después de reunirme con ella, conocer su vida en profundidad y estar con tantas personas relacionadas con ella en sus distintas etapas vitales, entendí que la historia tenía una dimensión y una trascendencia enormes, y que era imposible contarlo todo a través de un documental. Vi que se trataba de una historia que tenía que contar en una película de ficción. Fue una decisión muy complicada porque, entre otros motivos, la dimensión económica de hacer un documental o una película de ficción no era la misma.

Cuando, además, decidí que Gennet se tenía que interpretar a sí misma en la edad adulta, me planteó serias dificultades, porque decidí también que el resto de las actrices que hacían de Gennet en las distintas etapas de su vida tenían que ser etíopes, huérfanas y adoptadas. Y esto ha llenado de “verdad” el personaje de Gennet desde el principio hasta el final. 

Miguel Ángel Tobías en una imagen de archivo
Miguel Ángel Tobías, director de Me llamo GENNET

Uno de los aspectos principales que se tratan es el de la educación inclusiva. ¿Cuánto es de importante esta educación?
«Me llamo GENNET» es un ejemplo de superación y una película que honra a las mujeres. La película habla también de la solidaridad, el esfuerzo, compromiso, el carácter, el amor puro, pero sin ninguna duda es una gran historia sobre el éxito de la educación. Gennet empieza en un colegio de educación especial porque sus condiciones como persona con sordoceguera únicamente le permiten estudiar en un colegio de educación especial. Pero en unos años, cuando pasa al instituto ya estudia con personas sin discapacidad, y ahí es cuando empieza su proceso de educación inclusiva, que le permite a su vez llegar a la universidad. Gennet hoy día es profesora de niños sordociegos y con otras discapacidades cognitivas en un centro de Educación Especial, cerrando así un circulo virtuoso de educación. 

Tenemos la suerte de vivir en España donde hay una educación especial en la que se atiende a personas que no pueden acceder a otro tipo de educación, junto a la educación inclusiva que permite integrar a aquellas personas que pueden recibirla.  En este caso, debemos estar orgullosos de tener en España una globalidad educativa tan amplia, que permite que las personas con discapacidad desarrollen al máximo sus habilidades de desarrollo y de conocimiento. 

Si las personas con discapacidad tuvieran el apoyo formativo adecuado, la sociedad no se acomodase en tantos prejuicios y el mercado laboral fuese más inclusivo, posiblemente no tendríamos que estar trabajando por su inclusión. ¿Qué debemos hacer para cambiar la realidad que nos asola?
Debemos tener conciencia de que las personas con discapacidad tienen la misma dignidad que todos nosotros, los mismos derechos y, con una formación adecuada, descubriremos que muchos tienen capacidades para incorporarse al mundo laboral. Además, la realidad es que las personas con discapacidad que acceden a un puesto de trabajo probablemente lo valoran más que una persona sin discapacidad. 

Una vez que descubrimos cómo es el trabajo de las personas con discapacidad, los empresarios se dan cuenta de que son personas que cumplen sus funciones perfectamente. Y también es muy importante, y así se reconoce, que el ambiente laboral, las relaciones entre compañeros y la satisfacción por el trabajo es mayor. Las personas con discapacidad son un gran elemento de aprendizaje humano para todos los que están alrededor. 

“Las personas con discapacidad que acceden a un puesto de trabajo lo valoran más”

La película se estrenó en las salas de cine el 4 de abril con todas las modalidades de accesibilidad. ¿Es una nueva manera de apostar por el cine inclusivo? ¿Qué supone esto para la industria cinematográfica de nuestro país?
Desde hace diez años llevo haciendo proyectos audiovisuales sociales. Me he preocupado de que todos ellos tengan la accesibilidad desde las distintas maneras que existen hoy en día. Entonces, lógicamente, con “Me llamo GENNET”- contando la historia de una persona sordociega- no podía ser menos. 

Debemos entender que una persona con discapacidad sensorial tiene derecho a acudir y ver una producción audiovisual de estreno. Es decir, poder ir al cine igual que el resto de las personas, y disfrutando de una proyección accesible. Esto es algo que reivindicamos a través de “Me llamo GENNET”. Un hito histórico que quiero comentar es que “Me llamo GENNET” ha sido la primera película comercial estrenada en la historia de Colombia, que ha sido accesible para personas con discapacidad sensorial desde el estreno y en todas las salas donde se proyectaba. Esta es otra de las grandes reivindicaciones de la película: el derecho al arte y la cultura por parte de todos.  

El objetivo último es caminar hacia una sociedad más justa, donde la dignidad de todos los seres humanos se valore por igual y en la que la vida de las personas con discapacidad sea lo más inclusiva  posible. 

Tu trayectoria e inquietud social nos llevan a pensar que ya estás embarcado en nuevos proyectos. ¿Nos pondrías contar alguno de ellos?
Afortunadamente, “Me llamo GENNET” está siendo un éxito y esto genera mucho trabajo. Estamos estrenando ahora la película en toda Latinoamérica. Pero si, en este momento estamos preparando un documental, que se estrenará en enero, y que se titula “El guion de tu vida”. Cuenta la historia de unos chicos entre 18 y 21 años, que tuvieron unas vidas muy duras desde que nacieron- cada uno de ellos por una causa diferente-, y que viviendo en los estratos más bajos de la sociedad. y a pesar de las adversidades, hay algo que les hace cambiar a estos adolescentes y todos están haciendo cosas extraordinarias. 

“El guion de tu vida” hace referencia a que, por muy mal que nos vayan las cosas, siempre vamos a tener la oportunidad de cambiar el rumbo de nuestra vida, e intenta trasladar un mensaje de esperanza a los jóvenes de que merece la pena luchar, esforzarse y de que las personas tenemos más poder del que a veces creemos o del que la sociedad nos otorga. 

Luego, en paralelo, a mediados de 2020 también estrenaremos la película: “El secreto de Ibosim”. Es una película que tiene una particularidad muy importante; nos hace reflexionar, a través de una historia de ficción, sobre la sostenibilidad y el problema de la destrucción del planeta, ejemplificado en la Isla de Ibiza.  Habla de la lucha por lo material y el mundo economicista en el que vivimos. También hace referencia a la importancia de recuperar valores humanos como la solidaridad, la dignidad, el esfuerzo, comprender lo que de verdad importa, el sentido de la amistad. Además, es una película sostenible en el propio concepto de la producción. Hemos tenido en cuenta todos los aspectos posibles para que genere el menor daño posible al medio ambiente. 

¿Dónde pueden ver la película todos los lectores que no hayan tenido la oportunidad de verla?
“Me llamo GENNET” está ahora en la plataforma de Movistar. Después la película se emitirá por Televisión Española. Por otro lado, estamos trabajando con las Consejerías de Educación y Cultura de las distintas Comunidades Autónomas para que los niños, adolescentes y universitarios puedan acceder a ver la película como parte de su formación, porque es una película que muestra como la educación puede cambiar la vida del ser humano en un extremo tan alto como lo ha hecho en Gennet. 

Compartir

Últimos posts