Carlos es un joven de 20 años con diplejia espástica. A pesar de enfrentar muchos desafíos debido a su discapacidad, no deja que estos interfieran a la hora de perseguir sus sueños, como ser realizador audiovisual. En su entrevista como protagonista del mes de mayo de Déjate de historias, Carlos comparte reflexiones sobre el esfuerzo, la paciencia y la constancia, valores que él considera fundamentales. Además, Carlos aprovecha para lanzar a la sociedad un mensaje esencial: no se puede juzgar a un libro por su portada. Si quieres conocer a alguien de verdad, es necesario ir más allá de la primera impresión y los prejuicios que puedas tener, y esforzarte en conocerla.
¿Cuáles son tus principales hobbies?
Soy beatmaker, hago música. Me gusta también hacer documentales, cortos, salir con la cámara por ahí, conocer sitios nuevos, salir con los amigos ver series, jugar a la Play…
¿Qué te ves haciendo de aquí a 10 años?
De aquí a 10 años espero que con trabajo y ojalá con familia. Siempre he querido tener hijos a una edad relativamente joven para poder disfrutar mucho de ellos. Es un poco básico, pero ojalá dentro de 10 años tenga un trabajo y una familia estable.
Háblame un poco de tu discapacidad.
Tengo una diplejia espástica, se traduce en que tengo algunos tendones más acortados que otros y basculo un poco al andar, entre alguna otra cosa.
“Mi relación con la discapacidad ha pasado por varias etapas, ahora me va todo superbién”
¿Cómo has afrontado tener discapacidad?
Mi relación con la discapacidad ha pasado por varias etapas. De pequeñito, yo no lo notaba mucho, no me sentía diferente. Quizás el resto sí que lo notaba, pero yo no. Luego cuando fui creciendo, me empecé a dar cuenta de que la gente me trataba un poco diferente por el hecho de tener discapacidad. Lo típico que te cruzas con alguien y te empieza a hablar más despacio o a mirar de más. O te pregunta la típica pregunta que es un poquito incómoda de: ¿oye, y por qué andas así? Hubo una época que eso para mí era muy incómodo, quería intentar ser como todo el mundo, pero luego he aprendido que es una cosa que me diferencia y que hay que normalizarlo. Ahora tengo amigos en todos lados, me va todo superbién. Con el tema de mi discapacidad estamos siempre de broma, y yo soy el primero que me lanzo a hacerlas, así que super bien, la verdad. Es todo cuestión de etapas, yo creo.
Cuéntame alguna ocasión en la que te hayas superado a ti mismo.
Muchas veces. No me gusta centrarme mucho en mí mismo, pero bueno… Un momento de superación fue cuando me operaron. Fue una operación bastante dura, y para mí fue un cambio porque pasé de ser totalmente independiente a estar en una silla de ruedas, necesitar ayuda para ducharme y empezar un poco de cero… A partir de ahí, con constancia y paciencia, volví a conseguir andar y a estar bien. Fue un proceso largo, de dos meses, pero se consiguió. Con paciencia y esfuerzo, por supuesto.
Por otro lado, a nivel laboral intento superarme día a día, sacar siempre lo mejor de mí y poner la mejor cara. Y al final es como todo, cuando das lo mejor, acabas obteniendo el reconocimiento que mereces.
¿Qué sueños tienes por cumplir?
Tengo muchos. No sé qué me deparará la vida, pero el sueño más cercano es poder tener una familia, estar bien económicamente, poder trabajar de lo que me gusta y vivir en un sitio cómodo. Este es mi sueño más “real”. Si voy un poco más allá, triunfar en el mundo del cine, en la TV, o quizás quién sabe, descubrir algún camino que se me dé bien y que todavía desconozco y triunfar en él, pero bueno, lo primero, como te comentaba, es tener estabilidad y ser feliz.
¿Y uno que ya hayas cumplido?
Tuve la oportunidad de salir en la tele y ser famoso por un día. En la universidad, tuvimos un proyecto patrocinando el ocio responsable en la época del COVID, y creamos una pequeña canción con la que ganamos un concurso. Grabamos el videoclip y salimos en varias cadenas importantes. Fuimos famosos por un día, tuvimos nuestro pequeño momento de gloria. Ese sería un sueño cumplido.
Si tuvieras la oportunidad de lanzar un mensaje a la sociedad sobre la discapacidad, ¿cuál sería?
Pues primero, que no juzguen a un libro por su portada. Que sean más pacientes, que conozcan a la persona, y no se dejen llevar por la primera impresión; y que luego ya, a partir de ahí, valoren. Que no juzguen sin conocer. El segundo mensaje sería que no se rindan, que, aunque tengan que enfrentar algo que les cueste, saquen pecho. Que no importa si tardan más o menos en conseguirlo. Si no se rinden, lo acabarán consiguiendo.
¿Qué les dirías a tus futuros compañeros/as de trabajo?
Les diría que estoy para lo que necesiten. Siempre he sido una persona muy dispuesta. Que estoy encantado de ayudar y que ojalá logremos grandes metas juntos.
Para terminar, ¿qué significa tu familia para ti?
Es el valor principal que tengo en mi día a día. Son los que me han enseñado y formado. Gracias a ellos estoy donde estoy a día de hoy. A parte son los que siempre me apoyan, ¡y me dan cariño! Me han enseñado a querer, a valorar a la gente, a saber estar triste, a enfadarme y a pelear por lo mío. Estoy muy orgulloso, es algo que nunca les voy a poder agradecer lo suficiente, pero estoy encantadísimo de tenerles a mi lado siempre, como el valor más importante por encima de cualquier cosa.