Una reciente encuesta realizada por la Fundación Adecco a 200 directores de RRHH, ha permitido diagnosticar los “frenos” que impiden a las empresas implantar la Responsabilidad Corporativa. Sin embargo, una vez identificadas estas barreras, advertimos que muchas de ellas parten del desconocimiento y de un planteamiento incorrecto a la hora de enfocar la RC. A continuación, veremos un por uno:
- No puedo desarrollar mi RC porque me faltan de recursos económicos.- La Responsabilidad Corporativa no puede ir asociada a la cuenta de resultados, sino que ha de integrarse de manera transversal en la compañía. La RC implica un comportamiento responsable con todos los grupos con los que una empresa se relaciona: empleados, proveedores, medio ambiente, sociedad en general, medios de comunicación. Por ejemplo, ser responsable es apostar por procesos de selección transparentes (sin discriminar a nadie por su sexo, edad o discapacidad) o fomentar la satisfacción de la plantilla a través del reconocimiento. ¿Acaso esto requiere recursos económicos?
- No puedo ser responsable porque estamos en crisis y ahora tengo otras prioridades. Nuevamente, vuelve a ponerse de relieve una confusión en torno a la RC. La empresa, como ser humano, debe albergar valores como el trato justo, la igualdad o la no discriminación. ¿Acaso estos valores desaparecen por arte de magia cuando la economía se tuerce?
- No puedo ser responsable porque el clima laboral es inadecuado.– Si el clima laboral no es el deseable, la solución es precisamente el impulso de la responsabilidad, es decir, de acciones que mejoren la relación de los trabajadores con sus superiores a través del reconocimiento, la igualdad o el desarrollo de una política de conciliación.
- No puedo implantar mi RC porque dirijo una PYME, no una multinacional. Es posible que hace algunos años el volumen de la empresa fuera un factor determinante a la hora de hablar de Responsabilidad Corporativa. Sin embargo, actualmente esto ya no es pretexto. Las pymes representan el 99% del tejido empresarial y dan empleo al 60% de los trabajadores. A la luz de estos datos, queda claro que no pueden quedar excluidas de la responsabilidad. Por poner algún ejemplo, el tamaño reducido no exime a la empresa del correcto trato a sus trabajadores, de la elección responsable de proveedores, etc.
El único freno real es el desconocimiento.- Existe una nebulosa en torno al concepto de RC que, muchas veces, ni las propias empresas perciben con claridad. Es muy posible que esta inexperiencia en el terreno ocasione una falta de iniciativa del Comité de Dirección.
Si eres una empresa que quiere ser responsable y no sabe por dónde empezar, comienza por el factor humano, por la diversidad. Contratar a personas con discapacidad, mayores de 45 años o mujeres con responsabilidades no compartidas no sólo garantiza valores como la ilusión, la fidelidad o la capacidad de sacrificio, sino que tiene bonificaciones asociadas.