«Descargar una prótesis de internet». Si lo escuchamos hace diez años, o tres, nos hubiera parecido una frase sin ningún sentido. Hoy aún suena quimérico la primera vez que la escuchamos, tenemos que pararnos a pensar cómo. La impresora 3D es la que permitirá que descarguemos archivos para luego crear objetos. Un juguete, un jarrón o una prótesis.
En la fotografía vemos el Robohand. Es un proyecto en el que han desarrollado un diseñador estadounidense y un sudafricano que trabaja con madera al que le faltaban cuatro de sus dedos porque los perdió en un accidente laboral. El Robohand es fácil de ajustar a cada usuario, según sus creadores, lo que haría más sencillo el acceso a prótesis para algunas personas. En la foto podemos ver a uno de los niños con los que el diseñador estadounidense ha probado el invento.
La aplicación a la medicina de la impresora 3D y de la generación de proyectos en colaboración de personas de todo el mundo abaratará y facilitará enormemente el acceso a estas prótesis a todas las personas alrededor de todo el mundo.
Vía FastCo