Una ecuación sencilla:
Talento+ x = eficiencia empresarial
El mercado laboral necesita del talento de las personas independientemente de que tengan discapacidad o no, pues existe una correlación natural entre el éxito y la eficiencia de una organización y el reconocimiento y desarrollo del talento de las personas que la forman. Esta ecuación planteada y resuelta, repercute directamente en términos de productividad y de rentabilidad y por tanto de éxito para todos. Pero, ¿cuál es la primera palabra que se representa en la mente cuando oímos el término “talento”? Básicamente dos habilidad o capacidad destacada, y ¿cómo se puede optimizar el talento de las personas en el ámbito empresarial? Basta con dirigir la mirada a extraer aquello que cada persona es capaz de hacer mejor que los demás. Y he aquí, algo que parece obvio, pero que todavía no está mimetizado verdaderamente:
TODOS, absolutamente TODOS, tanto personas con discapacidad como sin ella, poseemos algún tipo de característica nos hace destacar respeto a los demás.
Si bien, el universo de las personas con discapacidad se presenta infinito, tanto como tipos y grados de discapacidad hay. Existen capacidades que no son reconocidas a primera vista por los demás, y es trabajo de las organizaciones empresariales y del conjunto de la sociedad, saber detectarlas y darles el reconocimiento que merecen, pues uno de los orígenes impulsores y desencadenantes del talento, es sin lugar a dudas, la motivación. Sin querer desmerecer, la importancia de los conocimientos, existen factores en ocasiones difíciles de conseguir en las personas sin discapacidad, como el compromiso, el orgullo de pertenencia, la capacidad autómata de trabajo y la responsabilidad que son sumamente claves y del que las personas con discapacidad pueden presumir, pues en ellos se reconocen todas estas cualidades que les hacen verdaderamente talentosos.
De los deberes y de los derechos
El trabajo es una necesidad y un derecho básico del ser humano y es deber de todos los que formamos parte de esta sociedad hacer que exista una verdadera integración laboral para que las personas en condición de discapacidad ejerzan su derecho. Por un lado, la empresa como agente clave en la consecución de este fin y en su indudable ánimo de crear valor organizacional, debe brindar la oportunidad de trabajo, emplear el olfato empresarial en detectar el talento y potenciarlo, facilitando los recursos a las personas con discapacidad para que puedan desarrollar no sólosu trabajo más inmediato sinootras tareas hasta el momento inexploradas. Hagamos el ejercicio de escucharles más.
Son más de 4 millones de personas las que poseen algún tipo de discapacidad en España, una cifra lo suficientemente poderosa para que estas personas sean los primeros inspiradores y generadores del cambio de mentalidad hacia la igualdad real en la sociedad. Por esto, también es deber de las personas con discapacidad hacerse escuchar, visibilizar y maximizar a la enésima potencia todas sus capacidades. En definitiva, se trata de que entre todos sumemos fuerzas para que el talento de las personas prime por encima de su discapacidad. Por lo que si tienes discapacidad, Hazte oír.