La percepción de la discapacidad en la sociedad española ha evolucionado en los últimos 30 años como consecuencia de un gran esfuerzo normativo, social y empresarial que ha ocasionado nuevas oportunidades de empleo para un colectivo que representa el 8% de la sociedad.
En estos 30 años ha habido 3 aspectos que han contribuido sustancialmente en la integración laboral de las personas con discapacidad:
- Creación de la LISMI. En el año 1982 se creó la “Ley de Integración Social del Minusválido”, una normativa que apoyaba a las personas en diversos ámbitos de su vida. Esta normativa tuvo un impacto especialmente significativo en las empresas ya que se reguló la incorporación de personas con discapacidad.
- Responsabilidad Corporativa. Complementariamente, surgía en el año 1999 un llamamiento y Pacto Mundial liderado por las Naciones Unidas y su secretario general en aquel momento, Koffi Annan, para invitar a las empresas a actuar de forma responsable en su modelo de gestión empresarial, la interacción con las comunidades locales y el uso de los recursos naturales.Este modelo empresarial supuso un gran empuje para la integración de las personas con discapacidad propiciando mayor implicación de las empresas en el proceso de integración (generación de cultura corporativa, normalización de la discapacidad y desarrollo de estrategias de selección e integración).
- Tejido Asociativo. El tejido asociativo de la discapacidad ha dado voz a un colectivo silenciado creando una red social de apoyo y presión que ha favorecido los grandes avances en investigación, derechos y transformación de la cultura social en torno a la discapacidad.
Como decimos los avances han sido muy importantes, sin embargo aún insuficientes. Según el último informe que la Fundación Adecco hemos publicado sobre “Discapacidad y Formación en tiempos de crisis”, la crisis y el paro les está afectando con mayor crudeza. Esto se traduce en un dato escalofriante: 8 de cada 10 parados con discapacidad no ha conseguido ninguna entrevista en el último trimestre. Esto está provocando un gran abandono de la búsqueda de empleo e incrementándose el número de personas que deciden apostar por formarse (65% de las personas con discapacidad en paro).
¿Cómo hacer que esta situación no desacelere 30 años de progreso?
Desde la Fundación Adecco estamos trabajando intensamente en la creación de estrategias de recursos humanos, responsabilidad corporativa y políticas de empleo para eliminar las barreras que dificultan el acceso de las personas con discapacidad al mercado laboral.
Es fundamental trabajar:
- Con las personas con discapacidad y su entorno social y familiar proporcionando los recursos necesarios durante las etapas de la atención temprana, la educación-formación y la laboral)
- Con la sociedad (sensibilizando y creando conciencia social)
- Con las empresas (generación de cultura corporativa, normalizando la discapacidad y diseñando procesos de gestión y selección que faciliten la igualdad de oportunidades para todas las personas.