Esther y Alfredo
Licenciada en Psicología y Máster en Psicopatología Infanto Juvenil, Esther despertó un gran interés por profundizar en el Trastorno del Espectro Autista (TEA) mientras estudiaba, lo que la llevó a formarse especialmente en este campo, aunque lo cierto es que nunca ha dejado de aprender sobre discapacidad, algo que le facilita su trabajo en la Fundación Adecco. Trabaja en el área de Plan Familia de la entidad, área que persigue principalmente la integración socio-laboral de personas con discapacidad, objetivo que abordan de una manera muy especial: acompañando, asesorando y guiando tanto al beneficiario con discapacidad en todas las áreas de su desarrollo evolutivo, como a la familia de la persona con discapacidad. Trabajar por y para las personas con discapacidad a Esther le ha permitido descubrir, que se puede ser feliz y disfrutar de todo lo que uno se planteé a pesar de las dificultades que te pone la vida.
Ella, representa junto a Alfredo Catalán, la parte de Diversidad e Inclusión en el Ciclo de la Inclusión, y lo hace con mucho orgullo porque “es fundamental que lleguemos a cubrir todas las necesidades en cualquier etapa de la vida de todas las personas en riesgo de exclusión socio laboral”. El futuro para las personas con discapacidad Esther lo dibuja partiendo de una reflexión: “Si echamos la vista tan solo unas décadas atrás posiblemente no nos creeríamos haber llegado a todo lo que se ha conseguido a día de hoy en materia de inclusión. Cada vez hay más conciencia, sensibilización y conocimiento en cuanto a diversidad se refiere y aunque todavía queda recorrido y aún existen muchas barreras el futuro cada vez es más alentador”.
Y para terminar nos invita a liderar con el ejemplo, pues opina que por poco que cada uno haga desde su humilde posición por la integración es un paso más. Esther, hace hincapié en que una buena actitud y un enfoque en cosas positivas pueden modificar los resultados.
Alfredo Catalán, es licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF) y especializado en Preparación Física en Baloncesto, ya apuntaba interés al finalizar sus estudios por las personas con discapacidad, lo que le motivó a realizar una formación paralela en actividad física con personas con discapacidad. Alfredo trabaja en el área de voluntariado de la Fundación, cuyo objetivo primordial es la formación e integración laboral de personas en riesgo de exclusión social y laboral a través de actividades de voluntariado. Para él, su trabajo le permite poder ayudar a personas con especiales dificultades en su desarrollo personal y social, así como también a entidades y a los profesionales que trabajan en ellas para crear entornos laborales más inclusivos.
Nuestro otro protagonista, entiende la Diversidad como “el reconocimiento de las distintas características y capacidades que cada uno tenemos, más allá de diagnósticos o certificados, que están a disposición del desarrollo individual y grupal dentro de nuestras sociedades gracias a la Inclusión. Al tenerlos en cuenta e incluirlos en todos los programas de desarrollo, permitimos que todas las personas desarrollen sus talentos y además los pongan a disposición del bien colectivo”.
Además, sobre el mismo Ciclo de la Inclusión opina: “es importante porque tiene en cuenta toda la trayectoria vital de las personas y todos sus entornos, permitiendo un abordaje más global en cada caso y mejorando las condiciones de desarrollo e inclusión.”
El gestor de voluntariado trata semanalmente con personas con discapacidad y tiene claro que el aprendizaje que le transmiten y que nunca olvidará es que la limitación y las barreras sólo están en la interpretación que hacemos cada uno de la situación y de la persona. Reflexionando sobre el futuro de las personas con discapacidad con él, Alfredo lo vislumbra con optimismo, proyectando un futuro más abierto a su presencia en todos los niveles, en una sociedad más preparada y diseñada para incluir a todas las personas.
