Aunque no contamos con datos actualizados, alrededor de 23.000 personas con síndrome de Down están en edad de trabajar en España, pero solamente un 5% de ellas lo hace en una empresa ordinaria. La sobreprotección y los estereotipos sitúan a las personas con síndrome de Down y sus familias en posición de desventaja ante el mercado laboral, además de dificultar su autodeterminación, su autonomía y el desarrollo de una vida independiente.
Cada persona es única con sus talentos y también con sus debilidades, pero, tradicionalmente, la sociedad ha puesto el foco en las dificultades de las personas con síndrome de Down, y no en lo que pueden aportar a las empresas.
La visión de la diversidad está jugando un papel fundamental para mejorar su inclusión en la sociedad, haciendo que miremos a las personas con síndrome de Down como parte activa y fundamental de nuestra sociedad y de su gran diversidad.
En el Día Mundial del Síndrome de Down, queremos poner en el centro del debate que menos del 5% de las personas con trisomía 21-síndrome de Down- en España y un 2% a nivel europeo, trabajan en empresas ordinarias. Más de 35.000 personas con este tipo de discapacidad en nuestro país ven limitadas sus posibilidades de inclusión sociolaboral debido principalmente a la sobreprotección, la discriminación y los prejuicios. Aunque las personas con síndrome de Down han ido conquistando derechos, como el derecho al voto (2018), siguen viendo limitado su derecho al trabajo y a la participación activa en la sociedad.
Nuestro proyecto “Cantera de Talentos” para personas con discapacidad intelectual es una escuela de formación diseñada para el entrenamiento de competencias básicas implicadas en la autonomía y el desarrollo de las habilidades necesarias para avanzar en el camino hacia el empleo. Contamos con un equipo de personas voluntarias que colaboran en el desarrollo de talleres y actividades de formación y orientación laboral.
Para luchar contra la sobreprotección y los prejuicios, Pablo Pineda y Caterina Moretti nos relatan “21 cosas que no sabías sobre las personas con síndrome de Down”, una guía elaborada junto a personas expertas en síndrome de Down y que enumera 21 cuestiones referidas a la formación, el empleo, la autonomía, los derechos o la vida personal (autodeterminación) de las personas con síndrome de Down.
¿Crees que pueden ir a cualquier colegio, pueden ir a la universidad o presentarse a una oposición?
¿Y si quisieran alquilar un piso, viajar sin acompañante o casarse?
¿Sabías que no se garantizó su derecho al voto hasta 2018?
Entonces, ¿pueden hacer cualquier cosa? Si y no. Cada persona es única, también las personas con síndrome de Down. Y pueden hacer todo aquello que su capacidad, su formación y la sociedad les permitan.
Si una persona con síndrome de Down tiene capacidad para estudiar, para trabajar o para cualquier otra actividad, no niegues su talento, colabora en la creación de una sociedad más diversa e inclusiva.
Para saber más sobre las personas con síndrome de Down, descárgate aquí nuestra guía.
Pablo Pineda tiene 48 años, es maestro de educación especial, título que le convirtió en el primer europeo con síndrome de Down en conseguir una diplomatura universitaria. Su perfil polifacético, le ha llevado por diferentes caminos del saber: escritor, actor (Concha de Plata al mejor actor en 2009) y conferenciante, actividad que desarrolla como embajador de la Fundación Adecco. Pablo es uno de los grandes referentes en el mundo de la discapacidad, aboga por integrar la diversidad, equidad e inclusión en la sociedad y en el plano empresarial. Pablo pide un cambio en las empresas para que se contraten a más personas con discapacidad. Una petición en sintonía con el lema de esta campaña de sensibilización: “Queremos estudiar y trabajar, ser independientes”. Pablo Pineda ejerció como portavoz de todas las personas con discapacidad ante la ONU en 2015.
Digital influencer de 27 años, tiene una comunidad cercana a los 800 mil seguidores en redes sociales, donde se ha convertido en una auténtica referencia en materia de discapacidad. Locutora de formación, la joven de origen
chileno, reside desde hace 3 años en España, donde desarrolla su actividad profesional como administrativa en una empresa de moda, labor que compagina con la lucha por la inclusión laboral de las personas con discapacidad mediante sus jornadas de sensibilización con la Fundación Adecco. «Para mí tener un empleo significa independencia, compromiso, desafío, responsabilidad…, pero también escuchar a otras personas, convivir y tener una rutina […] Quiero trasladar el mensaje que ya comparto día a día desde mis redes sociales al ámbito empresarial, donde aún queda mucho por hacer para alcanzar la plena inclusión»
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