¿Cuáles son las fases de una entrevista de trabajo?
Bienvenida y acogida
Las fases de una entrevista de trabajo dependerán del tipo de proceso de selección al que te enfrentes. Si es una primera, y quizá, única entrevista, ten en cuenta que la primera impresión es muy importante. Ten en cuenta que la fase de bienvenida no implica únicamente la acogida por parte de la persona que te va a entrevistar, sino también de aquella que te reciba y de tu actitud durante los tiempos de espera.
Desarrollo
¡Ha llegado el momento: la entrevista! Es la parte central de la misma. Lo habitual es que la persona que te va a entrevistar te explique las características del puesto a cubrir, así como la preparación y experiencia que necesita tener la persona que buscan, antes de comenzar con las preguntas. En función del puesto, puede que sean preguntas más directas o que te planteen casos prácticos para ver cómo reaccionarías.
Dudas y consultas
Generalmente, la persona que lleva a cabo la entrevista dejará un tiempo al final de la conversación para que puedas hacer las consultas que desees. Es el momento para considerar aspectos más específicos sobre el puesto ofertado. También puedes consultar cuestiones que no ha dado tiempo a abordar en la parte central.
Cierre de la entrevista
Será la persona que lleva a cabo la entrevista quien marque el final de la misma. Antes de la despedida, lo normal es que te expliquen en qué momento se encuentra el proceso y próximos pasos a seguir.
¿Por qué es importante conocer las etapas de la entrevista?
Cuanto más y mejor lleves preparada una entrevista de trabajo, más comodidad transmitirás y más seguridad podrás demostrar. Si tienes claro todo el proceso, incluido las etapas que suele comprender, tendrás mucho ganado. De esta manera, sabrás qué esperar, cómo comportarte y preguntar o consultar a su debido momento. Atendiendo a las fases del punto anterior, si tienes alguna consulta sabrás esperar tu turno y no interrumpirás a la persona que te entreviste antes de tiempo.
Consejos para cada una de las etapas
Para la bienvenida y acogida debes ser puntual, es decir, llegar a la hora indicada sin anticiparte demasiado (puedes llegar 5 minutos antes pero no con demasiada antelación). Ten en cuenta que la persona que va a entrevistarte te dedicará una parte de su jornada, por lo que es fundamental que te ajustes al horario al que te han convocado. Cuida tu vestimenta y apariencia en general, así como tu postura y comportamiento durante la espera, y en el momento de saludar a tu interlocutor.
Durante el desarrollo de la entrevista es importante que sepas controlar los tiempos y turnos de palabra. Ten en cuenta que debe ser la persona que te entreviste quien lleve el ritmo de la conversación. Tus respuestas deben ser claras y concisas. Si te preguntan por experiencias profesionales pasadas, quizá puedas explicarte con algún ejemplo (las responsabilidades de ese puesto, un caso especialmente desafiante al que te enfrentaste…), pero evita extenderte demasiado.
Tómate en serio el momento de dudas y consultas, no es tiempo extra ni de relleno. Las preguntas que hagas pueden ser igual o más reveladoras que las respuestas de la parte central de la entrevista. ¡Es el momento de demostrar tu interés por el empleo! Por ejemplo, puedes preguntar qué se espera de la persona que lo va a ocupar o la proyección de esa posición en concreto. En cambio, debes evitar preguntas más superficiales o que demuestren interés en otros aspectos menos relevantes. Reserva esas preguntas (tiempos de descanso, beneficios de la empresa, horas extra…) para el momento en el que te incorpores.
En el cierre de la entrevista es importante agradecer el tiempo dedicado y asegurarte de los próximos plazos. Lo normal es que te expliquen en qué momento se encuentra el proceso y la fecha prevista para la incorporación, pero si no es el caso, no tengas reparo en preguntar. Si la oferta te interesa, no olvides dejarlo claro. Es el momento de mostrar confianza e interés.
