¿Alguna vez te has detenido a reflexionar cómo ha cambiado la tecnología nuestra vida? Seguro que si has nacido durante los 80 o antes, sí lo has hecho.
Actualmente, las Nuevas Tecnologías están presentes desde que nos levantamos por la mañana hasta que nos acostamos por la noche. En nuestra vivienda, en nuestro vehículo y en nuestro puesto de trabajo. Están ahí siempre, haciéndonos la vida un poco más fácil y optimizando nuestro tiempo.
Sin embargo, más allá de la comodidad que nos proporcionan los diferentes avances tecnológicos, merece la pena pararse a pensar en cómo éstos han mejorado la vida de las personas con discapacidad. Así lo hemos analizado en nuestro informe Tecnología y Discapacidad, que hoy hemos lanzado de la mano de Agilent Technologies, con motivo del Día Internacional de las Tecnologías Apropiadas, que se celebra el 15 de julio.
Para empezar, una cifra: mientras que nuestra economía ha destruido más empleo que nunca en los últimos años, la contratación de personas con discapacidad ha seguido una tendencia alcista, alcanzando en 2013 su máximo histórico, con 69.648 contratos, frente a los 51.577 de 2009.
En este incremento son muchos los factores que han influido: un cambio de mentalidad por parte de las empresas propiciado por una legislación cada vez más eficiente, pero también la irrupción de numerosas soluciones y adaptaciones tecnológicas que permiten que las personas con discapacidad desempeñen su puesto de trabajo con normalidad y en igualdad de condiciones.
Nos referimos, por ejemplo, a los siguientes productos:
– Para personas con discapacidad física: mesas regulables en altura, teclados con cobertores o teclas de gran tamaño, ratones virtuales o ergonómicos, etc.
– Para personas con discapacidad visual: pantallas de gran formato, lectores de pantalla para invidentes, impresoras de braile, magnificadores de pantalla o lupas aumentativas, etc.
– Para personas con discapacidad auditiva: intérpretes de lengua de signos, emisoras de frecuencia modulada, prótesis auditivas, etc.
Del total de las personas con discapacidad que hemos encuestado, más de la mitad (52%) asegura que trabaja gracias a estas adaptaciones, que utiliza día a día en su puesto de trabajo, en la mayoría de los casos combinadas con tecnológicas informáticas convencionales. Por el contrario, existe un 48% que no utiliza este tipo de tecnologías en su entorno laboral, aunque en algunos casos sí tecnologías convencionales.
Son las personas con discapacidad sensorial las que más emplean las tecnologías adaptadas en su puesto de trabajo (72%), seguidas de lejos de las personas con discapacidad física (50%) y las personas con discapacidad intelectual/psíquica (10%).
Pero además de permitir el acceso al empleo, las tecnologías adaptadas son aliadas imprescindibles en la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad. Así, 7 de cada 10 encuestados declara que, en términos generales, la tecnología ha mejorado su calidad de vida. A continuación reflejamos algunos ejemplos de respuestas que demuestran cómo las tecnologías han influido en un incremento de la calidad de vida de los encuestados:
– Gracias a la invención del audífono, puedo escuchar.
– Las Nuevas Tecnologías me permiten comunicarme mucho mejor.
– Ahora puedo escribir en el ordenador sin emplear las manos: sólo necesito la voz.
– Tengo movilidad e independencia para desplazarme, gracias a mi vehículo adaptado.
– Puedo acceder al ocio gracias a subtítulos y audífonos digitales. Antes era imposible.
– Gracias a las Nuevas Tecnologías puedo estar informada y comunicada con el mundo exterior sin necesidad de desplazarme.
– Gracias a la prótesis que tengo en la columna, puedo moverme sin dolores.