Hoy os dejo este consejo de Delia Salinero, @deliasalinero
Imaginemos que la búsqueda de trabajo es un edificio y que tenemos que empezar a construirlo. ¿Por dónde empezaríamos? Por los cimientos, ¿verdad? Los cimientos son la parte básica del edificio, lo que le sostiene, y si no construimos bien la base, nuestro edificio no será resistente y correremos el riesgo de que se desmorone. Pues bien, en la búsqueda de empleo, conocerse a uno mismo, saber quién es a nivel laboral y cuál es su objetivo profesional es lo que llamamos autoconocimiento y forma parte de la orientación laboral.
¿Cómo empezar esta fase? Te recomiendo buscar un lugar tranquilo, luminoso, en el que puedas sentarte con unas hojas de papel en blanco y un bolígrafo. Ahora vamos a hacer un ejercicio que llamaremos “autoconocimiento”.
Autoconocimiento
Coge un folio en blanco y dibuja 2 columnas. Una de ellas la llamaremos “Fortalezas” y la otra “Debilidades”. Ahora deberás anotar, en cada caso, qué es lo mejor de ti y en qué deberías mejorar. Te doy algunas ideas, tú eliges si son fortalezas o debilidades. Recuerda que son sólo ideas y que seguro que se te ocurren muchas más. Si tienes dudas, pregunta a alguien que te conozca bien, seguro que te ayuda a encontrar tus fortalezas y tus debilidades.
| FORTALEZA | DEBILIDAD | |
| Soy organizado | X | |
| Soy trabajador | X | |
| Me gusta escuchar a los demás | X | |
| Siempre tengo una actitud positiva | X | |
| Me concentro con facilidad | X | |
| Aprendo rápido | X | |
| Siempre estoy dispuesto a aportar soluciones | X | |
| Acepto bien las críticas | X | |
| Soy bueno innovando | X | |
| Se me da bien tomar decisiones | X | |
| Me relaciono con los demás fácilmente | X |
Este ejercicio nos habrá ayudado a conocernos mejor y a saber en qué podemos mejorar. Recuerda que en la búsqueda de empleo siempre deberás destacar tus fortalezas (puedes llamarlas también competencias), pues son lo mejor de ti.
Y ¿qué hacer con las debilidades? Deberemos reflexionar si alguna de ellas podemos cambiarlas a fortalezas, por ejemplo a través de la formación. Si no queremos o no creemos que las podamos cambiar a fortalezas deberemos tenerlas en cuenta en nuestra búsqueda de empleo, e intentar buscar aquellos trabajos donde mi debilidad no sea una exigencia en el puesto.
Ahora que ya hemos profundizado en nosotros mismos, es el momento de definir nuestro perfil profesional o marca personal. Para ello es vital combinar 2 aspectos: cuál es mi formación y experiencia y en qué me gustaría trabajar.
¿Qué soy?: Mi objetivo laboral
A la hora de definir tu perfil, debes formularte una pregunta: ¿Qué soy? Y pensar cómo te gustaría responderla. “soy cocinero”, “soy limpiadora”, “soy administrativo”, “soy ingeniero”, “soy dependienta”. Si eres capaz de responder a esta pregunta, entonces tendrás gran parte del camino hecho. Una vez hemos identificado qué somos, ya sabremos a qué ofertas debemos optar: sólo a las adecuadas a nuestro perfil. Pues recuerda que si echamos a todas partes, de manera indiscriminada, también nos rechazarán de muchas ofertas y eso nos hará sentir fracasados. Un fracaso que no será real, pues no quiere decir que no seamos válidos: simplemente estábamos optando a las ofertas de empleo equivocadas.
Es posible que tengas más de un perfil (por ejemplo, crees que tienes posibilidades como administrativo pero también como dependiente). En ese caso, puedes plantearte hacer 2 currículums diferentes. También puede que no tengas claro lo que eres, porque apenas tienes experiencia laboral o la que tienes es muy variada. En ese caso, cambia la pregunta ¿Qué soy? Por ¿Qué me gustaría ser?o ¿Dónde me veo trabajando? Sé realista y sincero contigo mismo, piensa en empleos donde verdaderamente podrías encajar y tendrías posibilidades.
Siguiendo estos pasos, habremos logrado algo muy importante: construir nuestra marca personal.
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