¿Cómo argumentar los periodos de inactividad en una entrevista de trabajo?

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Actualmente, y más con la crisis económica, son muy pocos los trabajadores que han desarrollado una carrera lineal, sin altibajos: paro de larga duración, épocas alternando empleos ocasionales o bajas médicas alejados del mercado.

Sin embargo, estos gaps de inactividad no siempre son bien percibidos en las entrevistas de trabajo, y, por tanto, hemos de argumentarlos del modo más inteligente posible. En realidad, todo se resume en una clave: hacer hincapié siempre en lo positivo. En otras palabras, destacar lo bueno que hemos extraído  de nuestra etapa inactiva: qué hemos aprendido, si hemos descubierto nuestra verdadera vocación, si hemos salido fortalecidos de la experiencia, si nos ha servido para tener contacto con áreas desconocidas que nos han permitido adquirir nuevas competencias, etc.

En general, los reclutadores valoran muchísimo que el candidato proyecte una actitud positiva y  sepa ver «el vaso medio lleno», pues esta postura se reflejará en el puesto de trabajo y beneficiará a la empresa. Partiendo de esta base, te dejamos algunas recomendaciones más concretas:

– Si has estado más de un año en paro, no quiere decir que hayas estado sin hacer nada. Aprovecha para destacar cómo has invertido este tiempo: ¿has realizado nuevos cursos? ¿actividades de voluntariado?, ¿has descubierto nuevos intereses? ¿te ha servido para reflexionar y plantearte nuevos retos? ¿has realizado contactos dentro de tu sector que te han aportado nuevas perspectivas? Puede que hayas estado desempleado, pero debes explicar que este tiempo sin trabajo no ha sido perdido, sino que ha generado cambios en tu persona, siendo beneficioso para tu crecimiento personal y profesional. Haz una revisión detallada sobre las habilidades, experiencias y conocimientos que has adquirido en tu tiempo en desempleo y ponlos en valor en la entrevista. No tienen por qué ser conocimientos técnicos, pueden ser valores personales. Por ejemplo: «mi tiempo sin empleo me ha servido para desarrollar la constancia, la iniciativa y la proactividad, porque si no te mueves, el empleo no llama a tu puerta».

– Si has alternado muchos empleos ocasionales, no lo vendas como que «el mercado está muy mal y no has tenido más remedio» y, sobre todo, no emitas ninguna opinión negativa sobre ninguno de estos trabajos. ¡De todo se aprende y seguro que te han servido de mucho! Ante todo, comenta que tu prioridad es trabajar y que, por tanto, no te has negado a ninguna oportunidad que se te ha puesto por delante.  Por supuesto buscas estabilidad, pero esto es un segundo paso. Destaca lo positivo que has sacado de cada una de estas experiencias y cómo te han «curtido», haciéndote un profesional cada vez más competente y seguro de sí mismo.

– Si has estado mucho tiempo de baja, lo importante es que lo expliques de forma honesta, siempre dejando muy claro que esta situación requirió toda tu atención en el pasado, pero actualmente ha sido 100% superada y no generará futuras interrupciones en tu trabajo. Es más, después de este tiempo de baja te reengancharás al mercado con más fuerza que nunca, pues has cargado las pilas con mucha ilusión y ganas de demostrar lo que vales. Si tienes una discapacidad y no sabes cómo abordarla en una entrevista, consulta nuestro artículo: cómo abordar la discapacidad en una entrevista de trabajo.

 En definitiva, estas circunstancias son muy habituales en la actualidad, pero marcará la diferencia cómo las expliquemos en una entrevista de trabajo. Ya sabes, ante todo, lo importante es destacar siempre la parte positiva y explicar los periodos de inactividad como oportunidades de crecimiento personal y profesional.

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Irene Gil
Periodista. Más de 10 años dedicada a la Comunicación corporativa, profundizando en la situación social y laboral de las personas que lo tienen más difícil.

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