El voluntariado corporativo: fórmula para acercar la empresa a las personas en riesgo de exclusión

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Las organizaciones son cada vez más conscientes del potencial del voluntariado corporativo para sensibilizar a los entornos de trabajo, creando culturas proclives a la incorporación de  personas con discapacidad en un corto o medio plazo. Dicho de otro modo, el voluntariado corporativo se ha convertido en la herramienta estrella para potenciar la diversidad y, en concreto, la integración de personas con discapacidad. Ello se consigue a través de un doble efecto:

  • Por un lado, los participantes con discapacidad pueden salir de su rutina diaria y fomentar sus habilidades comunicativas y sociales, así como desarrollar destrezas y capacidades. Además, tienen la oportunidad de acercarse al mundo de la empresa y conocerlo más de cerca, lo que incrementa su seguridad y confianza a la hora de acceder al mercado laboral.
  • Por otro lado, los empleados voluntarios pueden conocer de cerca la discapacidad, empatizar y derribar falsos estereotipos. De este modo, se crean entornos laborales aptos y sensibilizados para la futura incorporación de trabajadores con discapacidad.

Las actividades pueden ser de muy diversa índole: profesionales, de ocio, deportivas, medioambientales o terapéuticas. Pero independientemente de la tipología, todas han de tener el mismo trasfondo: el intercambio de valores, el trabajo en equipo y el esfuerzo compartido de personas con y sin discapacidad, por alcanzar una misma meta.

Hacia un voluntariado profesional

Desde hace algunos años venimos observando un peso cada vez mayor del voluntariado profesional, es decir, aquella modalidad en la que los empleados transfieren lo que mejor saben hacer a las personas con discapacidad, potenciando su integración y formándoles en aspectos concretos que incrementen sus posibilidades de incorporación en un determinado sector.

Por ejemplo, si los empleados son del sector bancario, pueden formar a las personas con discapacidad en alfabetización financiera, lectura de nóminas, sencillas gestiones bancarias etc. O si por el contrario, son trabajadores que se dedican a labores administrativas, pueden transferir su know how en el manejo de Office y otras herramientas informáticas.

En 2014,y según los datos de la Fundación Adecco la mayor parte de las acciones de voluntariado  (39%) han sido de carácter profesional, seguidas de un 25% que han sido lúdicas; un 17% deportivas; un 13% medioambientales y un 6% terapéuticas.

Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adeco: “el voluntariado profesional constituye  una de las mejores alternativas de preparación para el empleo, pues las personas con discapacidad pueden conocer de primera mano un trabajo concreto, interiorizarlo e incrementar sus oportunidades de empleo en ese sector”.

Con el voluntariado, todos ganan

Si bien el voluntariado corporativo es una actividad desinteresada y altruista, no parece aventurado afirmar que con el voluntariado todos ganan. De este modo, estas actividades hacen confluir los intereses de empresas, trabajadores, asociaciones y, por supuesto, de personas con discapacidad. Las empresas perciben importantes beneficios, potenciando su gestión de la diversidad: creación de nuevas relaciones entre empleados de diferentes departamentos, desarrollo de habilidades de trabajo en equipo, fomento del orgullo de pertenencia, mejora del clima laboral, etc. Todo ello se traduce en una mayor productividad y unos mejores resultados.

Por otra parte, el voluntariado corporativo ayuda a los trabajadores a adquirir cultura en el ámbito de la discapacidad, a la vez que eleva su autoestima y su sentimiento de realización personal. Esto incrementa su satisfacción tanto en el plano laboral como en sus relaciones familiares y amistosas.

Para las asociaciones, el voluntariado constituye una buena oportunidad de ofrecer a sus beneficiarios actividades diferentes que les preparen para el entorno laboral, incrementando así su influencia y dotándose de una mayor profesionalidad.

Para las personas con discapacidad, el voluntariado supone un vehículo para estar más cerca del empleo, pues trabajan en equipo con empleados de diferentes empresas por una meta común. De este modo, pueden mejorar sus habilidades sociales, de comunicación y de orientación a resultados, aumentando  sus posibilidades de encontrar trabajo.

Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco: “A través del voluntariado corporativo, los empleados transfieren su talento y sus conocimientos a entidades que representan a personas con discapacidad, dotándoles de herramientas y aptitudes que mejoran su capacidad de integración en la sociedad y en el mundo laboral. Es una actividad en la que todos ganan, no solo los beneficiarios, sino las personas que, actuando como voluntarios, descubren una faceta desconocida hasta el momento para ellos: el potencial y el afán de superación de las personas con discapacidad”.

Acceder Nota de prensa Voluntariado Corporativo Fundación Adecco

 

En la imagen, voluntariado profesional con empleados de Indra y personas con discapacidad de Down Lleida.

 

Irene Gil
Periodista. Más de 10 años dedicada a la Comunicación corporativa, profundizando en la situación social y laboral de las personas que lo tienen más difícil.

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