Ser joven se ha convertido en todo un reto para acceder al mercado laboral. Si bien las empresas valoran la innovación y la creatividad, ahora más que nunca quieren rodearse de profesionales con experiencia, que garanticen resultados en un breve periodo de tiempo. Así pues, conseguir un primer empleo es todo un desafío para los profesionales más junior.
En este contexto, ¿tener una discapacidad supone un agravante? Un 67% de los jóvenes con discapacidad así lo cree, según el Informe El Reto de la Integración Laboral del Joven con Discapacidad realizado por la Fundación Adecco.
Y es que, un 62,3% de los jóvenes con discapacidad se encuentra en desempleo y 7 de cada 10 de los que lo están buscando, no ha tenido todavía su primera experiencia laboral. El informe arroja además otros datos que nos invitan a la reflexión: las personas con discapacidad tardan más en independizarse: mientras que el 46,8% de los jóvenes entre 25 y 30 años ya está emancipado, la cifra desciende al 36% en los que tienen discapacidad.
¿Qué causas subyacen a esta realidad? Indudablemente, la razón que tiene más peso es la desigualdad social, la permanencia de tics sociales y culturales que aún asocian la discapacidad a personas «menos válidas», «dependientes», que no pueden hacer nada por sí mismas. Estas creencias son las que más daño nos hacen y las que hay que erradicar de raíz.
Para ello, proponemos a todos los lectores detenerse un momento a reflexionar, a pensar por qué sentimos pena por una persona con discapacidad, porque no intentamos dar un paso más y normalizar el concepto. Sólo así conseguiremos que nuestros jóvenes con discapacidad tengan las mismas oportunidades en una sociedad más justa e igualitaria.
Aquí transcribimos algunas de las reivindicaciones y demandas que nos han trasladado los jóvenes con discapacidad:
“Es una pena que se desperdicie talento, por ejemplo el de una persona con esquizofrenia.. Sólo porque piensen que es violento o porque se dude de su estabilidad.”
“Es necesario promover mejoras en algunas infraestructuras de edificios, de algunos baños también más guaguas adaptadas y que pasen con menos tiempo para que no tengamos que esperar tanto.”
“Pienso que casi siempre se contratan personas con discapacidad por intereses económicos, ya que las empresas reciben ayudas o subvenciones. Y casi nunca hay posibilidades de renovar el o de ampliar la jornada laboral.”
“Es necesaria una mayor inversion en educacion, politicas de empleo mas agresivas y mayor bonificacion a empresas que creen mayor puestos de trabajo para personas con discapacidad”.
“Al percibir una pensión, el discapacitado sólo puede trabajar determinadas horas al mes,para que la Seguridad Social no deniegue la paga. Cuestión injusta, porque entre el salario y la paga, los ingresos suelen ser inferiores al salario mínimo interprofesional. En el caso de percibir un salario superior a este límite, se pierde la paga. Lo que sitúa al discapacitado en una posición desfavorable socialmente. Además se le añade la escasa subida de las pensiones.”
“Hay que promover el empleo entre los jóvenes, poner facilidades a la educación pública, ya que se está privatizando como pasa con los ciclos de FPII y posiblemente seguirá descendiendo con la FPI. Revisar la reforma laboral para dar mas apoyo a las personas con dificultades de acceso al mundo laboral, exigir o incentivar a las empresas para la contratación en practicas, ya que el problema de encontrar trabajo de muchos jóvenes es que no dan oportunidades de insertarse en una empresa, porque exigen años de experiencia la cual no dan oportunidad de adquirir.”
“Que la ley se desarrolle en la realidad. Que se controle con firmeza su ejecución. Que se adapten los puestos de trabajo y se forme en el trato, adaptación y conocimiento del tipo de discapacidad a los jefes directos y a los empleados alrededor del trabajador con discapacidad. Y ahora que hay muchas viviendas vacías, que se creen grupos de viviendas con apoyo para nosotros, para poder independizarnos y tener una vida propia.”
“Si que es verdad que hace falta una normativa legal más efectiva para la integración de las personas con discapacidad. No obstante, lo que más falta hace es educación y ejemplos para que la sociedad deje de pensar que una discapacidad es síntoma de no saber hacer nada o hacerlo todo mal. Las empresas no se molestarían si no obtuvieran beneficios a nivel económico o de imagen. Los prejuicios y los intereses propios son, entre otro,s los verdaderos problemas de una sociedad que vive discapacitada para el bien común.”
“Campañas de concienciación que demuestren que se debe contratar, no sólo por la subvención (que acabará desapareciendo),sino por el talento y el valor añadido que aporta una persona con discapacidad. No hay derecho a que te contraten en un trabajo y,, por razones de salud o personales, te veas obligado a dejar ese empleo y si encuentras otro al poco tiempo,no quieran contratarte porque no recibirán la dichosa subvención por haberte «ido» del trabajo anterior. ¿No tenemos derecho a mejorar? No tenemos derecho a dejar un trabajo que te afecta a la discapacidad?”
“Ncesitamos formación específica adaptada a nuestras posibilidades, para poder desarrollar nuestras capacidades Hay pocos profesionales que atiendan la discapacidad intelectual y sus problemas, pues éstos a veces son invisibles… el tema del cerebro es poco comprendido, ni yo mismo entiendo porqué hay veces que parece que me desconecto.”
“Que aquí nadie es mejor que nadie. Y no tienen derecho a limitarnos por nuestra discapacidad. Puesto que en mi situación todo, absolutamente todo lo que me he propuesto hacer, he conseguido hacerlo y sacarlo adelante igual o incluso mejor que una persona sin discapacidad, poniendo más ganas y más interés. Creo que todo se puede conseguir en esta vida. Siempre y cuando podamos tener ese apoyo que tanto necesitamos en algunas ocasiones. Si a las empresas no les dieran subvenciones por tenernos contratados la mayoría de ellas no nos contrataría. Esa es la pena…que no nos valoran por lo que hacemos ni sabemos.”
“Tenemos una necesidad de empatía y menos egoísmo. Los gobernantes deberían imaginarse con un hijo con discapacidad y con los ingresos de una familia media, observando las dificultades que se presentan en el día a día para avanzar en el trabajo, a nivel personal, independencia, etc.”
“Hay jóvenes con discapacidad que tenemos estudios universitarios y master. No estamos menos cualificados que el resto de jóvenes. Poseer una discapacidad física no me imposibilita para nada, puedo realizar las tareas para las que me he formado. Soy igual de válida que cualquier persona con mi misma formación.”
“Implementación de políticas de sensibilización. Rellenar ese «vacío» de información sobre el alumnado con discapacidad en los distintos niveles de estudios. Implementar en las empresas un mediador laboral con una formación específica en el contexto de la discapacidad, que facilite la comunicación entre el alumnado con discapacidad y la empresa. Reconocimiento especial de las personas con discapacidad para el proceso de selección en las empresas.”