Aitor Francesena «Gallo»-como le conocen sus más allegados- es uno de los pioneros del surf adaptado en nuestro país. Es el responsable de la primera escuela en España y es también entrenador de este deporte, que marca su día a día. Ha sido campeón de España, Europa y del mundo de surf adaptado y es un ejemplo de superación, entrega y sacrificio. A través de esta entrevista queremos conocer su historia, cómo es su vida «entre olas» y qué piensa acerca de las personas con discapacidad y de su incorporación al mercado laboral español.
Francesena ha aparecido en la pequeña pantalla. Fue en un documental que hizo el realizador madrileño Antonio Díaz Huertas, en el que cual muestra cómo es la vida diaria de «Gallo» y la importante labor pedagógica que realiza. Además, a comienzos de 2019 protagonizó la campaña «Start Your Impossible» del nuevo coche de hidrógeno que lanzó al mercado Toyota.
Hemos podido leer que naciste con un glaucoma congénito. ¿Qué es lo que sucedió?
¿Qué sentiste cuando te ocurrió?
Nací con un problema congénito y toda la vida, desde entonces, me he sometido a diferentes operaciones para que viese lo mejor posible. El glaucoma que padezco, en los años setenta, era algo que sí o sí me iba a derivar en una ceguera, pues los tratamientos y las operaciones que existían no tenían ni muy buenos resultados ni se sabía mucho acerca de la enfermedad. Entonces, había temas que sí estaban controlados pero, en concreto lo que yo tengo no. Me fueron haciendo operaciones a raíz de los avances médicos que iban apareciendo.
Cuando nací me hicieron unas cuantas operaciones, más o menos me mantuvieron los ojos con visión hasta que con 14 años perdí el ojo derecho. Quedándome sólo el izquierdo, me siguieron haciendo operaciones y en todas ellas siempre intentaron salvármelo, pero hace seis años surfeando tuve un accidente que me ocasionó la pérdida de visión en dicho ojo.
Apareció un sistema que consistía en introducir unas válvulas de silicona, que permitían que la tensión del ojo fuese alta. Gracias a estas operaciones consiguieron controlar el glaucoma pero se estropeó la cornea. Me hicieron un trasplante de cornea pero hubo un rechazo por parte de mi ojo. Al tiempo tuve un segundo trasplante y más o menos la cornea funcionaba pero no se cicatrizaba del todo. Entonces optaron por una tercera operación. Estuve tiempo esperando el trasplante para la tercera operación de cornea y. en ese tiempo, tuve la mala suerte de caer muy fuerte en el agua, con la mala fortuna de que la cornea salió perjudicada.
Desde entonces, ¿cambió tu máxima en la vida? ¿cuál es?
No lo sé. Cuando veía la vida era de una manera y ahora la ceguera con la que llevo seis años ha venido cuando ha tenido que venir. Ha sido positivo que me haya llegado tan tarde porque si hubiese sido más joven no sé si habría podido llevarlo de esta manera. He tenido la suerte de hacer muchas cosas en la vida y me quedan pocas por hacer.
Ahora que estoy ciego sigo haciendo actividades que puedo llevar a cabo estando ciego. Por un lado me ha quitado y se me han cerrado puertas; y, por otra parte, me ha dado otras muchas cosas. Estoy feliz de seguir adelante con mi vida y soy de los que piensan que todo en esta vida tiene un aprendizaje. Está claro que han cambiado muchas cosas en mi día a día, pero en su momento viví mi vida de una manera y ahora la afronto de otra.
«He tenido la suerte de hacer
muchas cosas en la vida»
En tu caso personal el surf ha sido siempre tu pasión. ¿Cuánto es de importante la pasión para afrontar la vida y hacer las cosas?
Tener algo que te guste mucho y que te refuerce en tu día a día es muy importante. En mi caso es el surf. Es un deporte que me llena muchísimo, pero ello no quiere decir que no esté abierto a aprender cosas nuevas. Por ejemplo, ahora hago cosas como bailar o cantar que antes no hacía por vergüenza y ahora he perdido esa vergüenza.
Tener pasiones es importante porque ayudan a fortalecer nuestra situación anímica. Cada momento hay que afrontarlo con entusiasmo. Personalmente sin el surf no tengo claro si estaría tan contento cada día.
¿Qué ha supuesto este deporte en tu vida?
El deporte, en general a todo el mundo, tenga el problema que tenga, es bueno. Es bueno para afrontar muchas situaciones de la vida, te ayuda a relajarte, comer, dormir y pensar mejor. Es positivo, más cuando tienes un problema físico o psicológico. En mi caso, el surf me permite sentirme libre. Estoy en contacto con la naturaleza y cada ola que cojo es adrenalina que me llena muchísimo. A todo el mundo le aporta el deporte.
«El surf me permite sentirme libre»
Es evidente que las personas con discapacidad son uno de los grupos de la sociedad que más dificultades encuentran en su búsqueda de empleo. ¿Qué consejos les darías?
El consejo que les daría es que digan a todo sí y que nunca rechacen nada que se les ponga por delante. El gran problema es abrirse puertas y para lograrlo una persona tiene que ser positiva. Una vez hecho eso, todos tenemos tiempo para elegir qué es lo más nos gusta y dónde nos sentimos mejor. Esta positividad es la clave. Si nos cerramos puertas estamos desechando oportunidades que, igual, no las volvemos a tener. Hay que ser inteligente. En una situación crítica y de dificultad siempre hay que decir «sí» y tener positividad en que las cosas siempre saldrán bien.
¿Cómo definirías la situación en que se encuentran actualmente en España las empresas y la sociedad en materia de inclusión? ¿Qué revulsivo hace falta a la sociedad para que un día no tengamos que hablar de inclusión?
Es muy positivo que las empresas y la sociedad estén trabajando por la inclusión. Está claro que tiene su atractivo porque, de cara al público, es un escaparate brutal que las empresas y la sociedad estén juntos en esta materia.
Hay que agradecer a todas las personas que están luchando cada día por la inclusión. Se están teniendo muchas cosas en cuenta. Antes, si tenías un problema físico o psicológico, te apartaban a un lado y ahora, en este sentido, está habiendo un cambio de tendencia por parte de la sociedad y, sin duda, es algo maravilloso. Nosotros somos los primeros que tenemos que luchar por ese cambio. Se están haciendo bien las cosas. Por supuesto todo puede mejorarse, pero considero que vamos por el buen camino.
Eres colaborador habitual de la Fundación Adecco. ¿Cuál ha sido tu último proyecto desarrollado con la entidad?
El último proyecto ha sido subir a una montaña de 2.400 metros en la Sierra de Gredos, junto a otras tres personas que tenían también alguna dificultad. Fuimos con directivos de Fundación Adecco y Airbus. Ha sido una experiencia impresionante por la gente con la que he tratado, por lo que he sentido y me siento muy orgulloso de ser uno de los embajadores de la Fundación Adecco.
Esta iniciativa me parece extraordinaria porque nos ha ayudado a demostrar que las personas con discapacidad, si se nos da la oportunidad, somos capaces de hacer grandes cosas. No me queda más que dar gracias a la Fundación y Airbus por brindarme esta posibilidad. Estoy feliz de colaborar de esta forma. Una de las mayores cosas que me llena en la vida es aportar y ayudar a la gente para que se den cuenta que, independientemente de las circunstancias, siempre hay motivos para seguir adelante.