Cuando redactamos nuestro CV, pueden surgirnos dudas de qué información incluir y cuál no. Incluso a veces, una vez lo tenemos listo, notamos que ha quedado muy extenso (especialmente cuando ya tenemos una cierta edad) y nos aconsejan resumir la información. Pero, ¿qué dejamos y qué eliminamos?
A veces no es sencillo, pero en muchos encontramos currículums con información que no debería estar, ya que lejos de aportar valor a nuestra experiencia, puede restar todo el atractivo a nuestra imagen profesional.
Aquí recogemos algunos ejemplos de información que NO debe aparecer en nuestro CV:
- El colegio/Instituto en el que estudiamos. Recordemos: hay que incluir sólo nuestra última formación, la más alta. Por ejemplo, si hemos estudiado en la Universidad incluiremos sólo este dato y no que tenemos la EGB y/o el Bachillerato. ¡Se sobreentiende!
- La nota que sacamos en el Bachiller o selectividad. No influye para nada en nuestra profesionalidad.
- Realización de la mili: este dato no es relevante, a menos que haya sido muy recientemente y nos hayan asignado un cargo relevante.
- Las tareas evidentes en un puesto. Por ejemplo, si hemos trabajado como limpiadores en un edificio, se presupone que nuestro cometido era barrer, fregar o higienizar. Sólo hemos de incluir aquello que no se infiera, por ejemplo: tareas de limpieza incluyendo encerado de suelos.
- Determinadas aficiones. Tocar un instrumento o ser campeón de algún deporte es de interés, pero no lo es que nos guste el cine, la música o los perros. Parémonos a pensar: son hobbies demasiado estandar y al reclutador no le van a aportar ninguna información.
- Tareas duplicadas. Si hemos trabajado en 3 empresas diferentes como limpiadores, realizando más o menos las mismas funciones, sólo las incluiremos en la experiencia más reciente. Lo contrario alargará mucho nuestro CV, además de darle un aspecto desordenado.
- Nuestras debilidades. Está bien tenerlas identificadas pero no las incluiremos en el CV: sólo hablaremos de ellas en la entrevista, si nos preguntan, y siempre planteándolas de una forma positiva.
- Experiencias demasiado diferentes al empleo que buscamos. Pongamos que enviamos nuestro CV a una oferta de administrativo y hace 8 años trabajamos como camareros durante los meses de verano. ¿Realmente aporta valor reflejarlo? Quizás sea mejor omitirlo y centrarnos sólo en aquello que esté relacionado con el puesto. Por este motivo, recomendamos siempre tener varias versiones del CV, en función del puesto al que estemos optando.
En definitiva, incluir informaciones de este tipo pueden generar rechazo al reclutador, por lo que hemos de asegurarnos de que todo lo que aparece es útil para que éste se decante por nosotros en un proceso de selección. Al final todo se basa en pensar con lógica y ponernos en la piel de la persona que va a seleccionarnos: ¿qué tendríamos en cuenta nosotros para elegir a un candidato, si estuviéramos en su lugar?