El fin de la relación laboral entre empresa y trabajador puede deberse a muchas causas: mutuo acuerdo entre las partes, fin del contrato, dimisión del trabajador, jubilación, despido disciplinario, terminación de la obra o servicio que dio lugar al contrato, etc. No siempre el trabajador recibirá una indemnización (compensación económica), pero sí el llamado finiquito.
¿Qué es el finiquito?
Es un documento -la última nómina- en el que se incluyen las deudas pendientes que la empresa tiene con el trabajador en el momento en el que finaliza la relación laboral. Todos los trabajadores tienen derecho a recibir finiquito siempre que salgan de una empresa.
¿Cómo se calcula?
En el momento de comunicar el fin del contrato, el empleador debe entregar al trabajador un documento con la cuantía a pagar que incluya:
- Salario de los días trabajados desde la última nómina.
- Pagas extra devengadas.
- Vacaciones no disfrutadas.
- Horas extras no cobradas.
- Liquidación de ingresos variables como comisiones, bonus, primas, etc.
¿Hay un plazo determinado para la entrega del finiquito?
No existe un plazo exacto, pero lo habitual es que el finiquito se entregue el último día que el empleado preste sus servicios a la empresa. Aunque hay ocasiones en las que la finalización del contrato es conocida por ambas parte con mucha antelación (en contratos temporales, por ejemplo), el empleador debe entregarlo el último día de trabajo para ajustar la cantidad al tiempo trabajado, calculando todos los conceptos que el finiquito debe incluir. De no entregarse el último día, la empresa debe hacerlo lo antes posible. El abono debe producirse en el momento en el que la relación laboral termina, no cuando se recibe la nómina.
¿Qué hay que tener en cuenta antes de firmar?
El empleado tiene derecho a estar acompañado por un representante de los trabajadores en el momento de la entrega del documento. Antes de firmar, también es conveniente fijarse en que todas las cantidades son correctas, así como las fechas y datos que figuren en el mismo. Si no es posible revisar todas estas cuestiones en el momento de la firma, siempre es aconsejable añadir alguna frase como «pendiente de revisión» o «no conforme» para que llegado el caso de tener que reclamar alguna cuestión en el futuro sea más sencillo.
El plazo para reclamaciones es de un año desde la firma del finiquito. Si se ha producido un despido que se quiere impugnar, se pueden presentar ambas acciones al mismo tiempo, pero teniendo en cuenta que el plazo es mucho más reducido en este segundo caso, 20 días.
¿Tengo derecho a finiquito si dejo voluntariamente la empresa?
Sí, todos los trabajadores tienen derecho al finiquito, aunque sean ellos los que pongan fin a la relación laboral. En estos casos el trabajador tiene la obligación de preavisar al empleador para que este pueda tener calculado el finiquito para el último día de trabajo.