Javier Maroto: "el objetivo no es sacar sobresaliente en economía: esa es sólo la herramienta para hacer políticas sociales y mejorar la vida de las personas" - Diversidad e inclusión
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Javier Maroto: «el objetivo no es sacar sobresaliente en economía: esa es sólo la herramienta para hacer políticas sociales y mejorar la vida de las personas»

Javier Maroto: «el objetivo no es sacar sobresaliente en economía: esa es sólo la herramienta para hacer políticas sociales y mejorar la vida de las personas»

El vicesecretario de Política Social y Sectorial del PP, Javier Maroto, responde a cuestiones clave sobre la recuperación económica, el empleo, el envejecimiento de la población o la plena inclusió de las personas con discapacidad.

¿Por qué el empleo es la mejor política social para España?

La creación de empleo mes a mes no sólo significa un cambio de rumbo definitivo en la buena dirección de nuestro país, sino que este crecimiento genera la riqueza necesaria para garantizar recursos de apoyo a las personas. De este modo, se puede contribuir a mejorar la situación de las personas más vulnerables, aquellas en situaciones de dependencia o exclusión social, así como la solidaridad con otros países. Yo suelo decir que nuestro objetivo no es sacar sobresaliente en economía; esa es sólo la herramienta para hacer política social y mejorar así la calidad de vida de las personas atendiendo sus necesidades. Acertar en lo económico es la garantía para garantizar los servicios sociales, públicos, la sanidad, la educación, la lucha contra la violencia de género, o dignificar a aquellas personas que han trabajado toda su vida por su país y tienen que tener una pensión digna. Aquí el debate es cuánto se las subimos y cómo hacemos para mantener el sistema.


¿Debe preocuparnos el envejecimiento de la población, en máximos históricos?

España tiene la mayor esperanza de vida al nacer de toda la Unión Europea, ese es un dato importante dado que significa que los españoles de edad adulta gozan de un estado de salud bueno o muy bueno. Sin embargo, esta misma noticia se convierte en un problema, pese a los avances, si nos quedamos en eso y la sociedad no rejuvenece. El envejecimiento de la población era y es uno de los grandes retos que presentamos en la Ponencia Social del Congreso Nacional del Partido Popular, abordándose desde varios aspectos como el empleo (como parte de la consolidación económica), la atención a las políticas de mayores y las pensiones (apuesta decidida por el sistema público y por un gran consenso político); el retorno de los españoles emigrados (que puedan trabajar en nuestro país) así como la solidaridad en materia de inmigración (siempre que sea acorde a la legalidad, ordenada, respetuosa con la sociedad de acogida y compatible con su incorporación al mundo laboral). Y poniendo especial hincapié en el fomento de la natalidad. El apoyo a la familia y la conciliación son un punto fundamental e indispensable y merece una respuesta combinada y unitaria. En envejecimiento de la población requiere un esfuerzo de todos, del Gobierno (2015 aprobación del Plan Integral de Apoyo a la Familia, aumento del permiso de paternidad…) y de las Comunidades Autónomas.


La
incorporación al empleo de los segmentos de población más inactivos como las personas con discapacidad, ¿ayudaría a paliar los efectos de este envejecimiento?

España es un referente en las políticas de Discapacidad. El pasado año se batió record histórico en contratación y este va por el mismo camino. La igualdad de oportunidades, entre las personas con discapacidad a la hora de trabajar no es sólo un derecho sino que debe ser una obligación para la sociedad española. No debe verse sólo como una ayuda directa a los efectos del envejecimiento de la población, sino como una noticia positiva en todos los aspectos. Cuanto mayor empleo hay, más riqueza producimos. Cuanta más riqueza producimos, más dinero se puede destinar a las políticas sociales, entre las cuales se incluyen las ayudas a la familia. Con lo que sí, toda aportación es positiva, no sólo en lo personal hacia la igualdad, sino para el bien común.


A pesar del envejecimiento, se sigue discriminando en el empleo a los mayores de 45 años, ¿por qué cree que existe esta contradicción?

La crisis hizo mella en este sector de la población, ya que a muchas empresas no les salía rentable su contratación y se buscaron otras fórmulas. La experiencia del trabajador hizo que en ocasiones, a la pequeña o mediana empresa, le saliera más costoso su mantenimiento y formación en nuevas tecnologías que contratar a nuevos trabajadores, más jóvenes. Ante este hecho, el Gobierno tuvo que actuar para poder dar solución al problema con bonificaciones o ayudas a la contratación destinadas a mayores de 45 años dependiendo de su tipo de contrato, al que se sumaron muchas Comunidades Autónomas. Y ofreciendo cursos de formación para que los parados tuvieran más facilidades para su incorporación al mercado laboral y fueran más atractivos para el empresario. Algunas de las medidas han incentivado la contratación y han permitido que las cifras del paro puedan ir bajando mes a mes. Si me pregunta si es suficiente le tengo que decir que seguramente no. Hay que seguir trabajando en esta línea. Mientras haya una sola persona en desempleo no podremos decir que el objetivo está cumplido. Hay que seguir insistiendo en este tipo de medidas para que toda aquella persona en edad de trabajar, que desee hacerlo, pueda.


En su Twitter hace referencia a la definición de igualdad de Odo Marquard: “igualdad significa que todos puedan ser diferentes sin temor”. ¿Cree que a día de hoy esto es posible en las empresas? ¿queda mucho camino por recorrer?

Me gusta creer que todos los días damos un paso hacia adelante en pro de la igualdad en todos los ámbitos. Cada día hay más personas que son capaces de ver que nuestras diferencias nos hacen mejores y lo más importante, que son valientes para levantar la voz y expresarse libremente. Esas diferencias hacen más auténtica nuestra convivencia, aprendemos unos de otros y, aunque no es fácil verlo a la primera para muchas personas, es algo que nos aporta más cosas positivas que negativas.

Las empresas evolucionan igual que las personas, aunque a veces no lo hacen al mismo ritmo. Todo cambio hacia adelante es positivo tanto para ellas, como para las personas que forman parte de la misma. No podemos exigir el mismo ritmo a todo el mundo pero si facilitarles, con incentivos y ejemplos, lo que podrían llegar.

 

Irene Gil
irenegilromero@gmail.com

Periodista. Más de una década profundizando en la situación social y laboral de las personas en riesgo de exclusión.

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