Acoso escolar y discapacidad: cuando el riesgo aumenta

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2 de mayo, Día Internacional contra el Acoso Escolar

Más del 10% de los menores que sufre acoso escolar tiene algún tipo de discapacid

Cuando en niños se piensa y de niños se habla, es inevitable que algo en lo más profundo de nuestros corazones se sacuda. Un sentimiento de ternura nace como respuesta a un gesto propiamente infantil, de sorpresa ante una respuesta inesperada y de hondo pesar cuando experimentan cualquier tipo de sufrimiento.

En los últimos años,  y como viene siendo público y notorio, los casos de acoso escolar se han multiplicado de manera considerable; sin embargo, la violencia intraescolar  ha existido de manera global desde tiempos inmemoriales a todos los niveles, escuelas y colegios de todo tipo y condición. Según la UNESCO, «el bullying o matonaje escolar homofóbico es un problema universal» y ocurre en todos los países, independientemente de creencias o culturas (2013:11,16).

Esta problemática compleja per se, exige ser permanentemente observada y analizada para permitir, a todos los actores implicados, conocer sus raíces y magnitud  y tomar acción en base a protocolos actualizados y acordes a los tiempos en los que vivimos.

Si cualquier niño es susceptible de ser víctima de acoso escolar y/o bullying, la problemática se acrecienta en niños con discapacidades, tanto físicas como de desarrollo, intelectuales, emocionales o sensoriales. Vulnerabilidad física, desafíos de habilidades sociales o entornos intolerantes son algunos de los factores que pueden hacer aumentar el riesgo. Los expertos señalan que más del 10% de los menores que sufre acoso escolar tiene algún tipo de discapacidad.

Suena una alarma social que la sociedad en su conjunto debemos abordar: la sensibilización  e implicación de la población contra el maltrato escolar, la detección y prevención en conductas de maltrato en el centro educativo, la dotación de herramientas para su abordaje en las familias y en los centros educativos, la formación del profesorado, la educación formativa y práctica que eduque en la diversidad y en la diferencia de manera permanente y que, sin duda, cunda el ejemplo de los adultos con manifiestas actitudes de respeto y de aceptación a ésta, pueden ser  algunas vías que favorezcan la convivencia.

Desde la Fundación Adecco, y bajo la creencia de que la inclusión se construye desde la educación, sumamos nuestra voz para que la dignidad y los derechos humanos inalienables de los niños no sean vulnerados, porque aprender a vivir en diversidad es aprender a vivir en sociedad. Y porque la gestión de la diversidad es la prevención de la discriminación y del  abuso que  tanto sufrimiento, desigualdad y conflictos genera.

Cultivemos una sociedad donde los niños sean amados porque sólo así se convertirán en adultos que saben amar.

Si quieres saber cómo puedes abordar esta situación conoce esta Guía del Ministerio de Educación sobre acoso escolar

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