Las deportistas Inés Rodríguez y Judit Rolo acercan la discapacidad a la sociedad canaria

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La Fundación Adecco y Radio Televisión Canaria (TVC) han suscrito un acuerdo de colaboración para promover el empleo de las personas con discapacidad. Conscientes de que la sensibilización es el primer paso para la inclusión laboral plena, ambas entidades han desarrollado un material audiovisual dirigido a derribar barreras y estereotipos que siguen lastrando la participación de las personas con discapacidad en la sociedad y en el ámbito del empleo. Las protagonistas han sido dos mujeres deportistas y referentes en el ámbito de la discapacidad, Judit Rolo e Inés Rodríguez.

Judit, técnica de laboratorio y nadadora paralímpica, tiene hipocondroplasia, una discapacidad de nacimiento que -nos asegura- no la define. «Lo que sí me define, por ejemplo, es que soy una persona muy alegre. Me encanta sonreír, creo que todos los días cuando uno se levanta debería hacerlo con una sonrisa, pese a los problemas del día anterior. Me gusta leer, escribir y practicar deporte, sobre todo natación». Comparte su pasión por el agua -que la ha llevado a varios campeonatos mundiales y a los Juegos Paralímpicos de Río- con la también canaria Inés Rodríguez. Ella empezó a nadar a los 12 años y desde los 17 compite con la Selección española de deportistas con parálisis cerebral.

Inés Rodríguez (izquierda) y Judit Rolo, deportistas y protagonistas de los vídeos de sensibilización que se emitirán en RTVC.

Bajo el mensaje «Luchamos contra las etiquetas. Creemos en el talento», los dos vídeos hablan de esa mochila vital en la que todos vamos cargando costumbres y creencias. Una mochila que define nuestra forma de pensar, opinar, tomar decisiones y juzgar lo que nos rodea. Inés y Judit nos invitan a descargar la mochila de prejuicios para cambiar la visión del mundo. ¿Cómo hacerlo? Judit cree que para acabar con esos prejuicios lo primero es entender que una persona que tiene algún tipo de discapacidad es «alguien normal y corriente, que no está enfermo». En muchas ocasiones ha tenido que oír comentarios como «no la mires, está enferma» o «¿cómo puedes nadar así con tu enfermedad?». Al ser una persona de baja estatura, se queja de que se dirigen a ella como si tuviera seis años, o que cada cosa que hace tiene que resultar tierna y graciosa. «Puedo tener mal carácter, la estatura no me define», afirma. Inés también se muestra tajante, cree que aquellas personas que tengan prejuicios deberían empezar por «callarse, escuchar y observar» y no duda en definir la discapacidad como una «característica personal, como ser española o deportista. Una condición que me define, como tantas otras».

La importancia del deporte en sus vidas

«Entrenar con gente como tú y reunirte varias veces al año con personas dentro de todo abanico de discapacidad me ha ayudado en la aceptación de mi discapacidad. Sientes que perteneces a un grupo que comparte una misma visión del mundo. Me siento comprendida y arropada”, nos cuenta Inés, que ha conseguido participar en un campeonato europeo y en un mundial de natación. Judit lo ve de otra forma, ya que nunca se dijo a sí misma “tengo que aceptarme como soy”. Nos cuenta que sabe que era una persona con discapacidad desde que empezó a tener uso de razón. «Sé que es algo que me va a acompañar toda mi vida”, añade. Es crítica con los límites que le impone su discapacidad, aunque matiza que no tanto por la discapacidad en sí, sino por el entorno. Nos pone como ejemplo el momento de ir a hacer la compra al supermercado: «Sería tan fácil como que pusieran taburetes en las entradas para poder cogerlos y así, alcanzar las baldas de arriba», sugiere. También reclaman mejoras de accesibilidad en las ciudades, aunque Inés cree que no deberían quedarse en parches para cubrir las necesidades de unos pocos, sino que deben estar integrados en un plan ciudadano global que atienda a la diversidad más que a la discapacidad y que no solo se centre en aspectos físicos, sino en una intervención social que atienda a temas como el trabajo o el deporte.

Sus sonrisas en los vídeos no son una pose. Estas dos canarias se definen como personas muy positivas y con un gran sentido del humor. «El humor es una herramienta necesaria para lidiar con la vida, que a veces es una mierda. Llorar está muy bien, pero reír gasta menos energía», afirma Inés. Y aunque Judit cree que de las cosas malas también se aprende, apuesta por vivir sonriendo y disfrutando de cada momento. Algo que también aconseja a aquellas personas que se encuentran en el proceso de aceptación de una discapacidad: «Vinimos a este mundo a vivir. ¿Por cuánto? Nadie lo sabe. Por eso, pase lo que pase, estás vivo y tienes personas a tu alrededor a quienes les importas. Levántate, sonríe y piensa que como la página de un libro: tú escribes tu propia aventura y tú decides cómo quieres llevar nueva vida». Inés no duda en recomendar a estas personas que se inicien en algún deporte adaptado. Para ella, es una de las cosas positivas que le ha aportado la discapacidad, como también lo son la gente maravillosa que ha conocido o el no tener que hacer cola en ningún sitio. Para el futuro espera poder trabajar de logopeda, investigar y hacer voluntariado por el mundo. Esperemos que pueda hacerlo con una mochila sin prejuicios.

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