¿Qué es la inclusión digital o tecnológica?
Según la Comisión Europea, la inclusión digital consiste en que «todas las personas puedan contribuir y beneficiarse de la economía digital». Implica facilitar el acceso a las herramientas y recursos tecnológicos a aquellas personas que tienen dificultades, ya sea por razón de edad, condición social o económica. Dicha inclusión también contempla el desarrollo de las habilidades necesarias para poder sacar partido a esas tecnologías.
¿Por qué es importante la inclusión digital?
La ONU alerta de que las dificultades de acceso a las tecnologías digitales afectan especialmente a mujeres, personas con discapacidad, migrantes, personas mayores y residentes en poblaciones rurales o en los pueblos indígenas. Esta brecha digital influye en su desarrollo personal, pero también en el de sus comunidades. ¿Cómo puede impulsarse la inclusión digital? La Comisión Europea centra dichos esfuerzos en los siguientes puntos:
- Accesibilidad: hacer más accesibles las tecnologías de la información y las comunicaciones fomentando el desarrollo de tecnologías accesibles.
- Tecnologías asistenciales: apoyar el desarrollo de TIC que ayuden a las personas con discapacidad para que puedan moverse por el mundo digital.
- Competencias digitales: capacitar a los ciudadanos para luchar contra la marginación y la exclusión social a través de las tecnologías de la información.
- Inclusión social: aumentar la participación de las personas con menos oportunidades en actividades de todo tipo: públicas, sociales y económicas.
Inclusión digital en adultos y mayores
La brecha digital afecta especialmente a los trabajadores sénior. No tener acceso a las nuevas tecnologías o no saber sacarles partido disminuye su derecho a la información. Al tiempo que dificulta sus relaciones sociales y sus oportunidades de integrarse en el mundo laboral.
Como recoge el Libro Blanco del talento sénior de la Fundación Adecco, «los profesionales de más edad están especialmente expuestos a la brecha digital: sus dificultades en el uso de las nuevas tecnologías se convierten en un nuevo factor de exclusión que les aleja del empleo estable. Resulta fundamental la adquisición de habilidades y conocimientos que posibiliten el uso eficiente, crítico y seguro de las tecnologías de la información, en un entorno en el que la mayoría de los puestos exigen estas competencias».
Ventajas de la inclusión digital
Mayores oportunidades laborales
Actualmente, la búsqueda de empleo en prácticamente todos los sectores no se entiende sin acceso a Internet: redes sociales, envío de currículums por mail, plataformas de ofertas online… Del conocimiento de estos recursos y herramientas dependerá, en gran medida, el éxito de la búsqueda. Desde la pandemia estamos inmersos en una transformación digital nunca vista. Los procedimientos de trabajo se sofistican y simplifican a través de las nuevas tecnologías. Esto exige a los profesionales competencias digitales y una gran capacidad de adaptación.
… y educativas
Lo mismo sucede con la formación. En los últimos años se ha incrementando la oferta online, permitiendo mejorar las competencias sin restricciones de localización ni tiempo. Esto supone una gran oportunidad, pero también un desafío: el de las formaciones no presenciales ni guiadas.
Acceso a información
Tener a golpe de clic todo el contenido que ofrecen los medios de comunicación implica poder estar al día de la actualidad. Este acceso también implica informarse sobre servicios públicos que pueden mejorar la calidad de vida. Por ejemplo, los relacionados con sanidad y educación.
Ejemplos de inclusión digital
Tanto desde el ámbito privado como desde el público existen muchas ofertas formativas para que quienes más difícil lo tienen puedan mejorar sus competencias digitales. Es el caso de El Empleario, la plataforma de formación online de la Fundación Adecco dirigida a las que la Fundación Adecco ayuda habitualmente en su búsqueda de empleo: personas con discapacidad, profesionales sénior en situación de desempleo de larga duración, familias monoparentales, víctimas de la violencia de género y otras personas en riesgo de exclusión. El espacio cuenta con tres bloques: formación para el empleo, programación (HTML, JavaScript, bases de datos, etc.) y competencias digitales (alfabetización digital, aprendiendo el manejo de herramientas digitales fundamentales, y realización de trámites online, hoy imprescindibles para realizar numerosas gestiones a través del Servicio Público de Empleo, la Seguridad Social, etc.).
Otro ejemplo de inclusión es la Escuela digital de la Fundación Adecco. Financiada por la Agencia para el Empleo del Ayuntamiento de Madrid, está dirigida a personas en riesgo de exclusión social empadronadas en la ciudad. Los alumnos matriculados este año están disfrutando de los siguientes itinerarios: desarrollo web Frontend/Java, análisis de datos y ciberseguridad.
