10 tips de ahorro para las familias con personas con discapacidad

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Alba tiene 22 años, es de Boceguillas (Segovia) y estudia un grado de Formación Profesional de educación infantil en Madrid. Es muy buena estudiante. Tiene una discapacidad congénita, de tipo físico, por la que va en silla de ruedas.

Para que Alba pudiera estudiar en Madrid, en un centro que se adaptará a sus necesidades, la familia se vio en la situación de comprar un piso, para que Alba se instalase. Allí Alba cuenta con la asistencia de una persona. Todo esto, obliga a la familia a hacer importantes sacrificios económicos en su día a día.

Una situación que se ve agravada por la inflación actual y que afecta a muchas familias como la de Alba. Por ello, la Fundación Adecco, en el marco de la publicación de su duodécimo informe Discapacidad y familia, ofrece 10 sencillos tips para reducir gastos y sanear la economía doméstica.

Investigar y solicitar todas las ayudas y beneficios disponibles

Existen diferentes ayudas y beneficios que las personas con discapacidad y sus familias pueden solicitar: bonificaciones fiscales, subsidios, subvenciones para vivienda, vehículos, formación, etc. Es importante estar al día, tanto de las ayudas disponibles a nivel estatal como las de cada comunidad autónoma.

Economía colaborativa

Este modelo puede ser especialmente interesante para las familias con personas con discapacidad y bajos recursos económicos. Se trata de una modalidad que permite prestar, comprar y/o vender bienes y servicios a través de diferentes aplicaciones tecnológicas.

Algunas de las más usadas son las apps de transporte, que ponen en contacto a conductores y pasajeros para que viajen juntos, aplicaciones para la venta de objetos de segunda mano o de restauración que ofertan packs antes de que se desperdicien.

Establecer un presupuesto mensual y clasificar gastos

El presupuesto es un instrumento primordial para gestionar las finanzas domésticas. ¿De cuánto dinero disponemos y qué tipo de gastos tenemos? Podemos clasificar los gastos en:
-Fijos de primera necesidad (alimentación, vivienda, educación…).
-Necesarios, pero no imprescindibles (por ejemplo, ropa o calzado).
-Imprevistos (una reparación de una avería o una visita inesperada al dentista).
-Innecesarios como los viajes o el ocio. Establecer un límite para cada tipo de gasto es muy importante para llegar a fin de mes y no endeudarse.

Pagar en efectivo

Utilizar dinero en metálico puede ser un buen punto de partida para tener una actitud más ahorradora y evitar compras impulsivas, ya que al pagar con tarjeta se tiende a ser menos consciente del gasto realizado.

Intentar abaratar la factura eléctrica

El coste de la electricidad se ha disparado y se lleva un gran porcentaje de los gastos mensuales fijos. Esto dificulta el ahorro, teniendo en cuenta que la electricidad es la fuente para que los aparatos y electrodomésticos funcionen en nuestras casas. Sin embargo, existen sencillas medidas que podemos aplicar y que nos ayudarán a reducir el importe de la factura:

Aprovechar al máximo la luz solar: hemos de sacar el mayor rendimiento a la luz natural situando las mesas de trabajo o zonas de juego en zonas próximas a las ventanas.

Si tenemos tarifa con discriminación horaria, poner los electrodomésticos (lavadoras, lavavajillas, etc.) en las horas valle y evitar las horas punta, cuando el coste es mayor.

Desenchufar por completo los aparatos y electrodomésticos que no vayamos a usar como la televisión o el cargador del móvil. Si lo dejamos enchufado, seguirá consumiendo energía.

Utilizar los programas de lavado “eco” en lavadoras y lavavajillas. Suelen tardar algo más de tiempo en completar su función, pero reducen mucho el consumo final.

Apostar por iluminación LED, en lugar de las bombillas halógenas, que consumen más y ello se ve reflejado en la factura de la luz. Por otra parte, instalar interruptores en diferentes zonas de las habitaciones, evitará que tengamos que alumbrar toda la estancia cuando solo necesitamos una parte.

Optimizar la cesta de la compra

Planificar comidas y tener un menú semanal ayuda ahorrar y a hacer la compra de una forma más eficiente. Si planificamos qué vamos a desayunar, a comer y a cenar, podremos preparar estas comidas en casa y evitar los “microgastos”.

Marcarse objetivos

Por ejemplo, reducir en 5 euros la próxima factura de la luz y otros 5 la del agua. Estos pequeños recortes nos ayudarán a ser más responsables en nuestro consumo diario y, a largo plazo, lo veremos reflejado en nuestras cuentas.

Apostar por ocio gratuito

Los Ayuntamientos suelen ofertar un portfolio de actividades gratuitas para personas con discapacidad, o establecer importantes descuentos, de modo que ir al teatro o disfrutar de diferentes espectáculos culturales siempre resultará más económico.

Utilizar el transporte público

Metro, autobús, cercanías… Utilizar el transporte público es más económico (el precio de la gasolina se ha disparado), contamina menos y, en muchos casos es más rápido. Además tiene otros beneficios: no hay que buscar aparcamiento y se puede aprovechar para leer las noticias o un buen libro en el trayecto. Por ello, siempre y cuando la accesibilidad no sea un problema, la opción del transporte público será económica para el bolsillo.

Formarse

La formación es el pilar para que las personas con discapacidad puedan competir en igualdad de condiciones en el mercado laboral y labrarse un futuro independiente. Lejos de ser un gasto, la formación de las personas con discapacidad es una inversión de futuro que mejorará el bienestar de la persona con discapacidad y de toda la unidad familiar.  Además, diversas entidades ofertan cursos gratuitos y accesibles para las personas con discapacidad.

Si tienes discapacidad y buscas trabajo, no dudes en acudir a la Fundación Adecco y visitar nuestro portal de empleo.

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