Según un estudio de Alumni Global Search, las estancias en el extranjero ya se puntúan más que el expediente académico. Ello es debido a que la empresa presupone unos valores y habilidades en el candidato que le diferencian del resto: inquietud, curiosidad, capacidad de desenvolvimiento, tolerancia, amplitud de miras y lo último (y quizás más importante), dominio de idiomas.
Las estancias en el extranjero pueden materializarse a través de una beca académica que nos permita estudiar fuera un año, pero hay muchas otras fórmulas. Por ejemplo, acudir un verano a trabajar de camarero a Irlanda
suma puntos, aunque este empleo no esté relacionado con lo que estamos estudiando. También podemos pasar dos meses fuera realizando un curso de inglés o alojarnos en casa de alguna familia extranjera: esto último es
muy positivo porque podremos conocer de cerca otras culturas y desarrollar mejor nuestras capacidades de comunicación.
Pasar un tiempo en el extranjero es especialmente importante cuando no tenemos experiencia profesional, y sin duda se convertirá en un elemento diferenciador a la hora de competir con otros candidatos. Al fin y al cabo y en términos generales, todos tenemos una trayectoria similar: titulación, idiomas, informática, etc. Por ello, cuando un reclutador se encuentra con un currículum con estancia en el extranjero, éste suele superar siempre el
primer filtro.
#NoQuedarnosparados Paso 10. La maleta no muerde. Pasa una temporada en el extranjero
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