Como persona con discapacidad, y basándome en mi propia experiencia, me gustaría compartir varios consejos para la inclusión de trabajadores con discapacidad a una empresa, y que se sienta incluida en el equipo de trabajo. Los más importantes, bajo mi punto de vista, son:
1- Accesibilidad de instalaciones– Parece impensable que en pleno siglo XXI tengamos que hablar de barreras arquitectónicas. Este es un tema que no sólo afecta a personas con movilidad reducida sino que también impacta en padres con carritos de bebe, carros de la compra, personas mayores con movilidad reducida… Una empresa tiene que tener la responsabilidad y compromiso de adaptar sus instalaciones, pues ello le va a permitir atraer el talento de todas las personas con movilidad reducida. Las adaptaciones más comunes son: el acceso sin escalones, con rampa o plataforma, ascensores con botones al alcance y fáciles de presionar, puertas ligeras, anchas y fáciles de abrir (aunque lo ideal son las automáticas), timbres – o cualquier tipo de avisos sonoros-, baños adaptados…
2- Recursos y herramientas adaptadas– Gracias a la tecnología actual, las personas con discapacidad podemos utilizar la red sin mayores dificultades, con pequeñas adaptaciones: tabletas táctiles, ratones guiados con el movimiento de los ojos o escritura mediante la voz. Son adaptaciones personalizadas a las necesidades de cada uno y lo más importante: no tienen coste económico o es residual.
3- Trato adecuado a la discapacidad– Tener un compañero con discapacidad es menos común de lo que podemos imaginar, y por ello es normal que no sepamos cómo actuar o ayudar en determinadas situaciones. Es fundamental la normalización y una manera de ofrecer tu ayuda es preguntar directamente si la persona ¨necesita que le echen un cable¨. Creo que utilizar un vocabulario más informal y menos protocolario ayuda a crear confianza y cercanía.
4-Liderazgo inclusivo– Un jefe cercano, orientado a las personas y que busque el mejor rendimiento de cada uno, es fundamental para una completa y satisfactoria inclusión del nuevo trabajador con discapacidad. También hay situaciones en las que es normal cohibirse a la hora de explicar tus necesidades o pedir ayuda, por lo que tener un líder de confianza, al que poder contar sin tapujos las necesidades derivadas de tu discapacidad, es de agradecer ¡y mucho!
5- Políticas de flexibilidad, teletrabajo y conciliación– Una política de flexibilidad ayuda muchísimo, sobre todo cuando la discapacidad pega más fuerte de lo habitual. Hay momentos en los que levantarse de la cama se transforma en un triatlón. Y que tu empresa y compañeros sean conscientes y empáticos al respecto, es de gran ayuda en la realización de tus labores. Poder teletrabajar es una opción a valorar si el trabajo se puede realizar íntegramente o, en su mayoría, desde casa
Sentirte una profesional útil y no de postureo inclusivo,
Sentirte valorada y no ser solo una ayuda del gobierno,
Sentirte arropada por toda una oficina.
Gracias.