Koiki, un servicio de reparto sostenible y social

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Durante las últimas semanas se ha disparado el servicio de transporte de paquetes y mercancías, ante las restricciones para salir de casa derivadas del estado de alarma. Koiki es una de las empresas que desarrolla este servicio, con una peculiaridad: nace como un proyecto de emprendimiento social para emplear a personas vulnerables a través de un reparto respetuoso y sostenible con el medioambiente.

Hablamos con Aitor Ojanguren, fundador de Koiki, que nos cuenta que están trabajando como nunca: “es un Black Friday o una campaña de navidad fuerte y constante”.

El Estado de alarma ha modificado nuestras rutinas, comportamientos y nuestra manera de consumir. Todos, de una manera u otra, hemos tenido que adaptarnos a esta nueva situación que nunca imaginamos y en la que llevamos viviendo casi dos meses. Aunque la inmensa mayoría de los españoles estamos sin salir de casa, son muchos los que día tras día salen a la calle para desarrollar servicios esenciales, como el transporte de paquetes. Los koikis -con su característica gorra y camiseta verde- se encargan de repartir paquetes a pie, en bicicleta o en vehículo eléctrico.

Koiki es una empresa social con una red sostenible de mensajeros que ocupa a personas vulnerables como personas con discapacidad intelectual, en riesgo de exclusión o desempleados de larga duración. Este proyecto de emprendimiento social nació hace 5 años y persigue un doble objetivo: por un lado, crear empleo para aquellas personas que lo tienen más difícil y, por otro lado, reducir las emisiones de CO2 apostando por un reparto de proximidad siempre andando, en bicicleta o en vehículo eléctrico.

Esta empresa, alineada con la Agenda 2030, impacta directamente en 5 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible al generar empleos dignos y ecológicos para los más vulnerables: ODS 8 (trabajo decente y crecimiento económico), ODS 10 (reducción de las desigualdades), ODS 11 (ciudades y comunidades sostenibles), ODS 12 (producción y consumos responsables), ODS 13 (acción por el clima) y ODS 17 (alianzas para lograr los objetivos). A través de su ejemplo y valores, Koiki reivindica la responsabilidad de las empresas en la lucha contra el cambio climático y las desigualdades sociales. Como destaca Aitor “hasta que los CEO de las grandes empresas no los tengan como principales objetivos a corto plazo, y no a 30 años vista, nunca ocurrirá”.

“Detectamos que había una gran oportunidad en el sector social, que tiene a muchas personas en disposición para hacer reparto domiciliario”

Para los que no lo conozcan ¿Qué es un koiki?

Koiki es la manera en que llamamos a nuestros repartidores. Al apostar por un reparto de proximidad, los koikis son personas cercanas de confianza y los encargados de recibir y entregar los paquetes cuando se les indique por la app.

¿Cómo surge Koiki?

Koiki es una empresa de impacto social y surge por la necesidad de que hay de cambiar el sistema arcaico de entrega de paquetes a domicilio. Se nos ocurrió cambiar el modelo y vimos que había una gran oportunidad en el sector social que tiene a muchas personas en disposición para hacer reparto domiciliario. Decidimos encajar las dos necesidades: la necesidad del sector social para buscar trabajo a las personas a las que atiende, y la necesidad de cambiar la forma arcaica de entregar paquetes a domicilio.

Partimos de la base de que todos los empleados tienen que provenir de la economía social o de segmentos de la población vulnerables y que no podemos contaminar. Para eso creamos un concepto nuevo: los microhub urbanos. Desde ahí salen los koikis andando, en bicicleta o coche eléctrico a repartir a las zonas de influencia de ese microhub. Cuantos más microhubs tengamos, más capilaridad y más capacidad de reparto tendremos.

Lleváis ya 5 años con este proyecto de emprendimiento social. Imagino que pese a las dificultades que siempre acompañan al emprendimiento, habréis ido creciendo y llegando a diferentes partes del territorio español. ¿Dónde tiene presencia Koiki?

Estamos en 13 provincias de España. Damos prioridad a las grandes capitales y a las poblaciones de más de 50.000 habitantes. Si no tenemos actividad suficiente para justificar la sostenibilidad económica del proyecto no abrimos un microhub Koiki. Y siempre que abrimos lo hacemos de la mano de la economía social o del tercer sector.

¿A cuántas personas emplea ya Koiki?

Solo empleamos directamente a los koikis del microhub del Mercado Barceló en Madrid. Actualmente son 10 las personas trabajando allí, provenientes de los colectivos de discapacidad intelectual, salud mental y riesgo de exclusión. Más los 8 trabajadores que somos en la central. En el resto de los microhubs, los koikis son contratados directamente por las propias entidades del sector social. Nuestra filosofía no es gestionar a las personas vulnerables porque no somos expertos, sino abrir red en alianza con entidades sociales que gestionen a sus grupos de interés. Ofrecemos un modelo de negocio en el cual las entidades sociales emplean y hacen visible a sus grupos de interés.

¿Reciben algún tipo de formación los Koikis?

Normalmente los koikis están afiliados a una entidad social donde les forman en multitud de facetas. Además, tienen un preparador laboral que para nosotros es la persona de referencia en caso de necesitar ayuda experta para gestionar algún problema. Cuando una persona o una entidad entra a formar parte de la Red Koiki, reciben la formación sobre la actividad y habilidades para reparto, preparación de rutas, el manejo de la app, el modelo de negocio, etc.

“Un empleo cambia la vida e impacta en el ámbito psicológico, social y físico: los koikis andan de media 10-15 km al día”

¿Por qué crees que es importante garantizar la inclusión laboral de este segmento de la población?

Es clave. Un empleo les cambia la vida, no solo por el tema económico sino también por el tema psicológico, social y físico. Los koikis andan una media de 10-15 km al día y normalmente estos segmentos de la población son muy sedentarios. Además, gracias a este trabajo, se ven obligados a sociabilizar y tratar con el cliente, lo cual les aporta habilidades y competencias necesarias para afrontar otras situaciones cotidianas. Por supuesto que cada persona es un mundo. Influyen mucho sus familias, sus entornos y sus preparadores laborales. Nosotros no somos expertos en discapacidad, cuando tenemos algún problema que no sabemos tratar siempre lo vemos con su preparador laboral y experto en esos temas. 

¿Crees que este proyecto ayuda también a dar visibilidad a una realidad como la discapacidad y derribar prejuicios?

Muchas veces el cliente no se da cuenta. Nosotros tampoco lo vamos anunciando. La mayoría de las personas que sí se dan cuenta, lo valoran; aunque, como todo, hay excepciones.

Imagino que, con la situación actual, también en Koiki os habréis tenido que adaptar. ¿Cómo estáis afrontando el coronavirus?

Ha habido varias fases. El inicio fue tremendo porque había mucho pánico y miedo, sobre todo en aquellas personas con discapacidad intelectual. En el caso del Mercado Barceló de las 10 personas empleadas, 8 cogieron baja, fundamentalmente por miedo. Al principio, nos mantuvimos abiertos como servicio esencial pero las dos primeras semanas no tuvimos mucha actividad. Pero de repente, la gente se dio cuenta de que podía seguir pidiendo por Internet y desde entonces está siendo como un Black Friday o una campaña de navidad fuerte y constante. Las empresas de transporte de paquetería tenemos más actividad que antes de empezar la pandemia. De las 8 personas que cogieron baja, están ya casi todas trabajando y hemos tenido que buscar recursos externos: mensajeros, autónomos, etc. porque no dábamos abasto.

¿Estáis participando en alguna de las iniciativas solidarias que están surgiendo de esta situación?

Nos hemos ofrecido a farmacias de la zona para hacer repartos y si nos dan servicio lo haremos de forma altruista, aunque de momento no nos lo han dado. Los mercados donan fruta y verdura a los hospitales todos los viernes y nosotros estamos participando en los repartos.

“El e commerce casi se ha duplicado y nunca volverá a los niveles pre COVID-19, es un sector que no dejará de crecer”

Ahora que los consumidores estamos cambiando nuestra forma de comprar, ¿crees que es una oportunidad para posicionar a Koiki como una alternativa sostenible y responsable?

Sí, totalmente. Si antes del coronavirus el nivel B2C (Business-to-consumer) era 100, a día de hoy, estamos en 180-200. El nivel de compra casi ha duplicado. Cuando pase esto, no volverá a 100. Quizá baje a 130-150 pero no volveremos a lo de antes. Es cierto que depende mucho de los productos, pero sin duda va a experimentar una subida considerable cuando acabe esto respecto a la época pre-covid19. De aquí a final de año, creemos que vamos a estar trabajando muy fuerte y ampliando mucho más la red. La última milla en España es un yacimiento de empleo y ahora mucho más. Por suerte, este sector es uno de los pocos que está creciendo durante esta crisis y va a seguir haciéndolo cuando pase.

¿Qué objetivo tiene Koiki a largo plazo?

Ahora mismo somos 40 microhubs en 13 provincias y de aquí a final de año nos gustaría llegar a 100 microhubs en toda España. Ese sería nuestro objetivo a corto plazo. A largo plazo, nuestro objetivo es cubrir las 150 poblaciones de más de 50.000 habitantes en España, posicionar el reparto sostenible como una buena alternativa y cambiar la experiencia del usuario.

¿La palabra Koiki tiene algún significado?

Koikili significa Cecilio es euskera, así que Koiki se podría traducir como “Ceci”, pero realmente no lo pusimos por eso; quisimos encontrar un nombre sonoro y que pudiera trasladarse a otros países.

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