David Aguilar tiene 24 años. Nació con síndrome de Poland, una enfermedad congénita que impidió que se desarrollaran su pectoral y antebrazo derecho. Debido a su discapacidad, sufrió acoso escolar, pero no dudó en pedir ayuda y encontró una vía de escape en el LEGO. Gracias a este juego de construcciones, con tan solo nueve años, David creó su primera prótesis, consiguiendo construir más adelante, prótesis completamente funcionales con piezas de LEGO.
Recientemente graduado como bioingeniero, el embajador de Fundación Adecco y protagonista del mes de marzo en ‘Déjate de historias, conoce la discapacidad‘, nos cuenta en esta entrevista parte de su historia y sus sueños.
¿Cuáles son tus principales hobbies?
Me encanta fabricar cosas con LEGO, desde un avión hasta prótesis funcionales.
¿Algún momento en el que hayas estado orgulloso de ti mismo?
Cuando construí mi primera prótesis con 9 años. Todo el mundo me decía que era imposible y conseguí fabricar una prótesis con piezas de LEGO.
¿Alguna anécdota?
Una anécdota que siempre me recuerdan mis padres, es el día en que nací. No sabían que venía con una discapacidad, y cuando se enteraron fue un poco desconcertante. Mi pediatra tenía una hija con la misma discapacidad, y la llevó al hospital para que mis padres la conocieran. Ellos vieron cómo se abrochaba sola los zapatos y esto fue muy alentador. Vieron cómo podía hacer vida normal, aunque solo tuviera una mano.
“Tenemos que olvidarnos de las etiquetas, detrás de cada persona hay valores”
Un sueño por cumplir.
Mi sueño es poder diseñar prótesis que sean adaptables, asequibles y funcionales. Quiero construir prótesis que sean educativas y atractivas, especialmente durante la infancia y la adolescencia, que por experiencia, es cuando más cuesta aceptar la discapacidad y muchas personas rechazan el llevar prótesis. Me encantaría que esas personas tomasen la decisión de llevarlas para así cambiar sus vidas.
¿Un sueño cumplido?
Poder ser embajador de Fundación Adecco y compartir mi mensaje con la sociedad.
¿Cuál es ese mensaje?
Que hay que normalizar las diferencias. Los pequeños detalles que tiene cada persona nos hacen únicos y estas diferencias son las que enriquecen a la sociedad. Creo que, como todos somos diferentes, la única cosa que debe permanecer igual es el respeto con el que nos tratamos los unos a los otros. Tenemos que olvidarnos de las etiquetas y descubrir que detrás de cada persona hay talento