Con el objetivo de dar visibilidad a la diversidad desde edades tempranas, el colegio de los Escolapios de Bilbao celebró hace unos días su tradicional Semana de la diversidad. Esta iniciativa, que dio sus primeros pasos en el curso 2018-2019, retomaba este curso la presencialidad total con el apoyo de varias asociaciones tras el parón de la pandemia.
«La implicación de muchas y diferentes asociaciones, de toda la comunidad educativa (profesores, comedor, biblioteca, personal de mantenimiento, fundación itaka, especialistas de apoyo educativo, dirección…) y de numerosas familias del centro ha permitido que hablemos y normalicemos, aún más si cabe, la diversidad existente en el colegio y en nuestra sociedad», comenta satisfecho Borja Martínez, coordinador del departamento de Orientación del centro.
El lema elegido para la Semana de la diversidad de este curso fue Cada uno brilla a su manera, toda una demostración del orgullo del colegio por haber conseguido que se hable de diversidad y que se vaya normalizando como parte integrante de la sociedad. «A la hora de dar una educación integral, que es una de las bases del colegio, creemos que hay una serie de valores que no pueden faltar como la asertividad, la tolerancia, la empatía, el trabajo en equipo… A través de estas experiencias, el alumnado y los profesores dan y reciben mucho», añade Martínez.
Una semana repleta de actividades
La semana se dividió en dos partes: por un lado, el trabajo realizado de lunes a jueves, con vídeos, actividades y otras iniciativas para tratar de concienciar al alumnado y al resto de la comunidad educativa sobre la diversidad; por otro lado, la jornada central, el viernes, sin horarios ni clases, ni libros. El día comenzó con el “chupinazo”, reuniendo a todo el colegio en el polideportivo y tras un breve discurso de bienvenida y un Aurresku, bailado por dos exalumnos con discapacidad, se presentó la canción creada por profesores y alumnos sobre diversidad.
Posteriormente, asistieron a un mini concierto de percusión de un centro que trabaja con alumnado con discapacidad. Después, cada curso se unió con una de las asociaciones invitadas a desarrollar una dinámica previamente preparada. En esta ocasión, participaron instituciones como el Ayuntamiento de Bilbao, la Diputación, Berritzegune, Educación y Salud Mental y de las asociaciones Formarte, Ulertuz, Gorabide, Fekoor, Erauntsi, Aspace, Porfirio Hernández y Aitor Elorduy, Bidaideak, Once, Fundación Athletic y Apnabi elkarteko musika taldea.
Los mayores, por su parte, se sentaron en una mesa redonda junto a familias del colegio que tienen hijos con discapacidad y en otra a la que acudieron las instituciones (alcalde, diputado de Acción social y director de Salud mental). Por su parte, el departamento de Orientación preparó unas dinámicas para cada una de las clases.
La importancia de los valores
«Desde el departamento de Orientación estamos muy presentes en el día a día del cole, visualizando al alumnado con Necesidades Educativas Especiales; tenemos un papel relevante y participamos en la vida cotidiana del colegio, de sus campañas y de las diferentes actividades que promueven el desarrollo integral del alumnado», nos cuenta Martínez.
Un esfuerzo que se torna esencial durante la Semana de la diversidad, ya que es el momento en que el centro redobla su apuesta para que todos veamos que en la heterogeneidad está la riqueza y la clave del desarrollo. Sin olvidar educar en la sensibilidad, tolerancia, respeto y empatía como valores que ayudan a que cada cual brilla a su manera. Un trabajo que debe desarrollarse desde edades tempranas: «el alumnado tiene que percibir que hay compañeros que no ven bien y necesitan gafas, otros que corren mucho, hay altos, bajos, rubios, hay niñas con coletas, hay razas diferentes, distintas religiones y también hay alumnos con diferentes capacidades. En definitiva, cada cual brilla a su manera y en la riqueza de la diversidad está la riqueza de nuestra sociedad», concluye Martínez.
Debe estar conectado para enviar un comentario.