Las Nuevas Tecnologías al servicio de la discapacidad

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David Miranda, responsable de marketing habla de tecnologías inclusivas

¿Puede la tecnología ayudar a mejorar la inclusión laboral de las personas con discapacidad?

El mercado laboral cambia irremediablemente y hemos de prepararnos para ello, concentrando todos nuestros esfuerzos en el camino más
fecundo.

La primera parada obligatoria va a ser la adquisición de competencias digitales. En un mundo eminentemente digitalizado, las nuevas tecnologías son factor sine qua non de inclusión. La brecha digital podemos decir que es uno de los factores de desigualdad más determinante de nuestro tiempo.

Además, es fundamental prestar atención a las ‘soft skills’. El profesional del futuro es una persona en constante adaptación al medio y destaca en habilidades como la inteligencia emocional, la creatividad o la humildad. En otras palabras, competencias en las que los seres humanos siempre seremos superiores a las maquinas.

En tercer lugar, es necesario apostillar que nada tendrá sentido si perdemos de vista la premisa de la Agenda 2030 de Naciones Unidas: “no dejar a
nadie atrás”.

Los avances de la Inteligencia Artificial deben llegar a todas las personas y especialmente a los más vulnerables, como son muchas personas con discapacidad. La tecnología tiene un gran potencial para acabar con las barreras de discriminación basadas en variables relacionadas con la
movilidad o las capacidades de comunicación, que tradicionalmente han perjudicado el acceso de las personas con discapacidad.

Las nuevas tecnologías, ¿aliadas o enemigas de la inclusión?

Aunque se podrían hacer algunas lecturas negativas sobre el impacto de la tecnología en la inclusión, desde la Fundación Adecco creemos que es mucho más lo que se gana en positivo, que el impacto negativo.

Oportunidades y beneficios para la inclusión

La digitalización, las tecnologías adaptadas y la consolidación del teletrabajo son algunos de las oportunidades llamadas a estimular el empleo de las personas con discapacidad.

  • La irrupción de tecnologías inclusivas y productos de apoyo tecnológicos facilitan las tareas y rutinas de las personas con discapacidad. Por ejemplo, equipos y programas para aumentar la movilidad, la audición, la visión o las capacidades de comunicación.
  • La robotización y la digitalización tienen un gran potencial para acabar con las barreras de discriminación basadas en variables como la fuerza física, inercias o roles que tradicionalmente han perjudicado a las personas con discapacidad.
  • La consolidación del teletrabajo está permitiendo a las personas con discapacidad desempeñar su puesto de trabajo evitando el factor desplazamiento.

Además, las nuevas tecnologías mejoran la calidad de vida global de las personas con discapacidad. Además de impactar positivamente en su acceso al empleo, los avances tecnológicos favorecen la participación de las personas con discapacidad en actividades cotidianas contribuyendo muy positivamente a reducir su dependencia y a incrementar su autonomía e independencia.

Riesgos y brechas digitales

Sin embargo, no todos son luces y la revolución tecnológica también plantea sombras, siendo la más destacada el acceso desigual a dichas tecnologías. Así, se trata de un campo que no deja de evolucionar y no siempre lo hace al compás de las necesidades de las personas.

Por ejemplo, durante la última década hemos sustituido los ordenadores y teléfonos antiguos por móviles y/o tabletas que no contemplan las características y/o circunstancias de las personas que no pueden manejar una pantalla táctil. Además, la adquisición de nuevas tecnologías no siempre resulta sencilla, en la medida que tienen un coste económico que no todo el mundo puede asumir.

Por último, existen otras barreras como la complejidad funcional de algunos dispositivos tecnológicos o el “miedo a lo desconocido”.

Algunas propuestas para hacer que las tecnologías sean más inclusivas.

  1. Accesibilidad, usabilidad, legibilidad y lecturabilidad
    Es uno de los grandes retos en el diseño de tecnologías e información inclusivas. Las empresas tenemos que hacer canales accesibles contenidos, información y tecnologías usables en las que se emplee comunicación clara y sencilla, legible. De esta manera tenemos que asegurar que todas las personas tienen acceso a la información.

    La combinación de estos factores es crítico para asegurar el derecho a la información, que no solo beneficia a las personas con discapacidad, sino también a personas migrantes sin idiomas, personas mayores o personas con niveles educativos bajos. De esta manera aseguramos la participación de todas las personas.

    Recomendamos la Guía «El derecho a entender» de Prodigioso Volcán en el que se dan pautas en este sentido.
  2. Sesgos inconscientes e Inteligencia artificial
    Educar a las máquinas es básico y para educar a las máquinas es necesario hacer que quienes las desarrollan estén también preparados o preparadas para no proyectar sus sesgos inconscientes en el desarrollo tecnológico. Estamos en un momento clave en el que tenemos la oportunidad de desterrar prejuicios, estereotipos y sesgos que nos han acompañado durante siglos.

    Hace unos años hablamos de este riesgo junto a Pablo Pineda en una campaña futurista en la que abordábamos el riesgo de incorporar prejuicios en la tecnología.

    La inteligencia artificial puede ser una gran aliada para la inclusión sociolaboral de las personas con discapacidad ayudando a eliminar barreras físicas en el entorno laboral. Personas con grandes barreras en la movilidad o en la comunicación, empleando tecnología, pueden mejorar notablemente su empleabilidad, acceso a la formación y participar con normalidad en la actividad empresarial.
  3. Accesibilidad cognitiva
    La accesibilidad cognitiva es un derecho recogido por las Naciones Unidas al que hemos de dar respuesta, con más herramientas para que las personas con discapacidad intelectual puedan comprender textos, carteles o tecnología y acceder al mercado laboral en igualdad de condiciones. Recursos como la lectura fácil habrán de tener un destacado protagonismo en los próximos años.
  4. Diseño de hardware accesible, adaptaciones tecnológicas o gadgets
    Por fortuna, en los últimos años están irrumpiendo numerosas adaptaciones tecnológicas para facilitar la visión, audición o movilidad. Estos desarrollos, sin ninguna duda tienen un papel fundamental para reducir barreras que todavía existen en muchos entornos de trabajo.

Nos referimos, por ejemplo, a los siguientes productos:

  • Para personas con discapacidad física: mesas regulables en altura, teclados con cobertores o teclas de gran tamaño que impiden pulsaciones accidentales, ratones virtuales o ergonómicos, etc.
  • Para personas con discapacidad visual: pantallas de gran formato, lectores de pantalla, impresoras de braile, magnificadores o lupas aumentativas, etc.
  • Para personas con discapacidad auditiva: intérpretes de lengua de signos, emisoras de frecuencia modulada, prótesis auditivas, etc.
  • Para personas con discapacidad intelectual la variedad es menor. Si bien en los últimos años hemos visto surgir las páginas en lectura fácil (con lenguaje sencillo y claro, de forma que puedan ser entendidos por todos) o las Apps basadas en pictogramas intuitivos.
 
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