Siempre se las menciona juntas, incluso aparecen simplificadas bajo las siglas D&I. Parecen un binomio inseparable, y es que lo son. Pero, ¿cuáles son las diferencias entre Diversidad e Inclusión?
Una cita pronunciada por la consultora de Diversidad y actual VP Inclusion Strategy de Netflix, Verna Myers , nos ayuda a entenderlo de forma gráfica: «Diversidad es que te inviten a una fiesta. Inclusión es que te saquen a bailar«. En otras palabras, diversidad es únicamente estar ahí; mientras que inclusión implica, además, que cuenten contigo.
Para entenderlo mejor es fundamental partir de la definición de ambos conceptos, diversidad e inclusión. Como nos recuerda Omar Alihah, protagonista del mes de febrero del calendario de la Fundación Adecco, conocerlos es el primer paso para unirse a la aventura de la inclusión.
¿Qué es la diversidad?
¿Qué es la Diversidad corporativa? Se trata de un valor empresarial estratégico que responde al pool de talentos diferentes y necesarios para el funcionamiento óptimo de una empresa. Con frecuencia, trata de cuantificarse estableciendo categorías por género, edad, discapacidad, raza, etc. Sin embargo, es más difícil contabilizar cuando se eliminan estas etiquetas y se pone el foco en los conocimientos, experiencias, valores y actitudes de las personas. Estas últimas cualidades, más intangibles y menos cuantificables, son las que conforman la verdadera Diversidad, esa que es realmente interesante para las empresas. Más información sobre Diversidad Corporativa.
Sin embargo, la diversidad, en sí misma, no tiene valor. La riqueza de la diversidad la proporciona la inclusión.
¿Qué es la inclusión?
¿Qué es la Inclusión? Se trata de un elemento empresarial estratégico que se refiere a la capacidad de gestionar e integrar las diferencias individuales en un equipo de trabajo. Promoviendo la diversidad de talentos, experiencias e identidades y posibilitando que cada profesional se sienta único, pero, al mismo tiempo, identificado con el grupo al que pertenece. La Inclusión, por tanto, es el paso hacia adelante de la Diversidad.
El concepto inclusión es difícil de cuantificar, pues a nivel coloquial se traduce, básicamente, en «estar a gusto en el trabajo». Sin embargo, un reciente estudio de la Universidad de San Diego, propone una interesante fórmula para evaluar este concepto tan etéreo.
INCLUSIÓN= Belongingness + Uniqueness / INCLUSIÓN= Sentimiento de pertenencia al grupo + Posibilidad de ser uno mismo y sentirse único
Así, la plena inclusión se produciría cuando nos sentimos parte del equipo, identificándonos con la misión general de la empresa, pero conservando nuestra identidad y los valores que nos convierten en únicos: estilos, habilidades, conocimientos… Cuando la inclusión aflora en su máximo exponente, cada empleado da lo mejor de sí mismo y ello impacta directamente en el compromiso, la innovación y en la orientación a resultados.
Partiendo de la metáfora festiva de Verna Myers, podríamos hacer un paralelismo en el plano gastronómico, en el que la Diversidad serían los ingredientes. La inclusión se referiría al resultado de su mezcla. Si obtenemos una masa compacta, homogénea, donde cada sustancia conserva su sabor, pero a la vez se integra con los demás componentes, estaríamos ante una inclusión plena. Si por el contrario el resultado es una masa quebradiza y porosa, la inclusión sería deficitaria.
Dejando a un lado analogías, procedamos a definir cada concepto.
Sin embargo, no todo es blanco (inclusión) o negro (exclusión), sino que entre ambos extremos existen grises. Este diagrama, realizado por la Universidad de San Diego y que aquí replicamos traducido, lo explica de una forma muy gráfica.
1) La Inclusión se produce cuando el profesional se siente único y valorado y, al mismo tiempo, parte fundamental del equipo al que pertenece.
2) La Exclusión es el polo opuesto: el empleado no se siente valorado ni parte del equipo.
Entre ambas encontraríamos la Asimilación y la Diferenciación.
3)La Asimilación se produce cuando el profesional se siente parte del equipo, pero a costa de suprimir o neutralizar su genuinidad, en pro del pensamiento y la cultura dominantes.
4) La Diferenciación se identifica con profesionales que no se sienten integrados en un equipo, pero sí valorados por talentos y capacidades que les convierten en únicos.
¿Cuáles son las diferencias entre Diversidad e Inclusión?
Lo primero que debemos dejar claro es que ambos conceptos son complementarios: uno no tiene sentido sin el otro.
Y, lo segundo, que la Diversidad, por sí misma, no tiene ningún valor, sino va acompañada de inclusión.
La Diversidad es el valor que pone el foco en la atracción de diferentes valores, actitudes, habilidades y competencias. La Inclusión, por su parte, es el elemento que permite extraer lo mejor de esa Diversidad en los equipos de trabajo, posibilitando que cada profesional se sienta identificado con la misión empresarial, pero valorado por los atributos que le convierten en único.
Así, la Inclusión da sentido a la Diversidad. Y la Diversidad es la antesala a la INCLUSIÓN plena y verdadera.
¿Qué beneficios tiene la inclusión para el mercado laboral?
Aplicar estrategias de diversidad e inclusión en las empresas conlleva grandes beneficios. Un equipo diverso es aquel que cuenta con perspectivas y experiencias diversas, cualidades que promueven la innovación y la creatividad, y que atraen (y retienen) el talento. Además, está demostrado que las empresas que invierten en diversidad e inclusión logran un mejor ambiente laboral y mayor rendimiento por parte de sus equipos. Todo ello redunda en el sentido de pertenencia de los mismos y en la mejora de la reputación de la empresa, fortaleciendo las relaciones con sus clientes.
Por último, pero no menos importante, promover la diversidad e inclusión ayuda a las empresas a cumplir con las leyes relacionadas con la igualdad de oportunidades y la no discriminación.
¿Cómo fomentar la diversidad e inclusión en el trabajo?
Existen muchas medidas que se pueden llevar a cabo para mejorar este aspecto en las empresas. Empezando por la aplicación de esas políticas inclusivas que comentábamos en el anterior punto (involucrando a la Dirección); y siguiendo por la formación sobre temas de diversidad e inclusión, que permite al equipo entender y valorar las diferencias culturales, de género y habilidades de sus compañeros.
Otros recursos de gran ayuda son los comités de diversidad o grupos de trabajo y la organización de eventos que celebren dicha cualidad ayudan a fomentar espacios de trabajo. Sin olvidar la contratación diversa, que se promueve no solo durante el proceso de selección, sino desde la redacción de la oferta. O la implantación de programas de mentoría para apoyar a empleados de grupos con baja representación. Todas estas medidas pueden ayudar a crear un sentido de pertenencia y ofrecer oportunidades de desarrollo profesional.