El liderazgo inclusivo se ha convertido una de las grandes palancas para que la inclusión laboral de las personas con discapacidad sea sostenible en el tiempo. Es por ello que, desde la Fundación Adecco, acompañamos a las empresas en la formación de sus líderes, en aras de erradicar los sesgos y prejuicios que puedan existir, promoviendo un trato adecuado hacia todas las personas del equipo e impulsando el respeto y la colaboración ante cualquier conflicto o situación imprevista. Sin embargo, no solo los managers desempeñan un papel fundamental en este proceso, sino que es necesario que todas las personas de la organización desarrollen la habilidad de incluir, identificando y aceptando sus propios sesgos y generando comportamientos inclusivos. Por que solo así se generan entornos más abiertos a la diversidad y la inclusión puede afianzarse como valor.
Pero, ¿cómo cada persona, sea cual sea su posición o nivel en la organización, puede contribuir a generar entornos laborales y sociedades más inclusivas? La Fundación Adecco expone, en su 4º informe Discapacidad y expectativas para el nuevo año, algunas de las principales claves para desarrollar la habilidad de incluir.
Paso 1 para desarrollar la habilidad de incluir. Toma conciencia
La diversidad es inherente al ser humano y no hay dos personas iguales. La heterogeneidad de un grupo viene determinada por factores demográficos (género, origen, raza, etc), experienciales (vivencias personales y profesionales que conforman la visión del mundo) y cognitivos (forma única de procesar la información en base a la personalidad, la educación, los valores o las capacidades). Sé consciente de que cada persona ve el mundo de una manera diferente y, bajo esta premisa, construye tu habilidad de incluir.
Paso 2 para desarrollar la habilidad de incluir. Define tu propósito personal.
Todas las personas tenemos capacidad para mejorar el mundo. Es importante descubrir cómo. Para empezar, reflexiona sobre tus pasiones (¿qué actividades te gustan más?). A continuación, identifica tus talentos y habilidades (¿qué se te da bien?). Además, considera lo que el mundo y las personas que te rodean necesitan. Después, encuentra la intersección en la que todas estas áreas se superponen. Es lo que en Japón conocen como Ikigai o búsqueda del propósito personal. Identificar este propósito te ayudará a ofrecer tu mejor versión y, por tanto, tener más herramientas para ser una persona inclusiva.
Paso 3 para desarrollar la habilidad de incluir. Identifica tus sesgos y lucha contra ellos
Los sesgos inconscientes son un efecto psicológico involuntario que produce una desviación o distorsión en el análisis de la realidad. Se traducen en prejuicios que, en los casos más extremos, conducen a rechazo o discriminación. El primer paso para combatir los sesgos es identificarlos. Existen muchos tipos:
Sesgo de afinidad o tendencia a ser más amigable con las personas que se parecen a nosotros o con las que tenemos cosas en común.
Efecto halo o guiarse por la primera impresión positiva de alguien, presuponiendo que todas sus características son buenas.
Efecto horns u opuesto al halo.
Sesgo de confirmación, que tiende a valorar únicamente las creencias o ideas que confirman las propias.
Sesgo de negatividad, que nos lleva a poner foco siempre en lo negativo.
Sesgo del punto ciego o metasesgo. Es la creencia por la cual tendemos a no darnos cuenta de nuestros propios sesgos y es la primera que debemos combatir.
Una vez identifiques cuáles son estos sesgos, cuestiónate, hazte preguntas que antes no te habías hecho y trata de empatizar con las personas sobre las que habitualmente aplicas estos sesgos. Una forma muy sencilla y rápida de hacerlo es abrirse a nuevas opiniones (por ejemplo, leyendo diarios o periódicos cuya ideología no se ajusta a la propia).
Paso 4 para desarrollar la habilidad de incluir. Identifica tus «valores diana»
¿Qué valores crees que podrías cultivar para ser una persona más inclusiva? ¿Empatía? ¿Colaboración? ¿Servicio a los demás? ¿Humildad? ¿Capacidad de escucha? Reconoce estos valores y ponte como meta adoptarlos como parte de tu personalidad y comportamiento.
Paso 5 para desarrollar la habilidad de incluir. Busca oportunidades para desarrollar comportamientos inclusivos
Cuando comiences a ejercitar los valores anteriormente mencionados, se convertirán en parte de tu rutina. Procura ponerlos en práctica siempre que tengas oportunidad. Cuanto más actúes de acuerdo con un valor en particular, más se reforzará ese patrón de comportamiento, convirtiéndose en un hábito arraigado y automatizado.
Paso 6 para desarrollar la habilidad de incluir. Genera cambios inclusivos en tu puesto de trabajo
Te lo contamos en este artículo sobre qué es el inclusiveness.
Estos pasos te ayudarán a integrar valores y virtudes de carácter inclusivo en tus acciones y decisiones cotidianas -tanto en la vida personal como en la profesional- así como en la forma de relacionarte e interactuar con el mundo. Tu forma de pensar y de actuar se volverá más coherente con los valores que has tratado de cultivar y, de esta manera, contribuirás activamente con la inclusión a través de tu comportamiento y decisiones. ¡Ya estás más cerca de ser una persona inclusiva!
Si quieres que tu equipo desarrolle la habilidad de incluir, podemos asesorarte. Contacta aquí con una persona experta en DEIB.