Marieta Moreno y María
“Los valores nos diferencian de los salvajes y nos aportan un valor añadido y diferencial, cuanto más y mejores valores tengamos pues mejores personas seremos”.
En el mes que anuncia la llegada del verano, el mes de junio, contamos con Marieta Moreno y con su madre María como protagonistas. Marieta tiene ocho años y tiene claro que el baile y la música son lo suyo, al menos en cuanto a hobbies se refiere. También le gusta el campo, los animales y practicar dos actividades deportivas: la piscina y la gimnasia rítmica.
La relación de la familia de Marieta y la Fundación viene de lejos, prácticamente desde que Maria nació. Gracias a ser beneficiaria de Plan Familia, y a la intervención y asesoramiento que se ha realizado con ella, especialmente en el área médica, Marieta ha podido acudir a diversas terapias que la han ayudado en su desarrollo. Su madre es consciente de la evolución de Marieta: “Trabaja mucho para avanzar cada día, tanto en el colegio como en sus terapias, siempre da el máximo de sí misma”. Además de las terapias, su madre destaca la importancia de tener acceso a información que considera útil e interesante”.
Su consultora en la Fundación Adecco, se llama Esther, y para ella solo tienen palabras de agradecimiento: “Fantástica siempre, un apoyo incondicional y un pilar importantísimo para nosotros”.
Además de conocer quién es Marieta, queremos profundizar, dado el papel que tiene cualquier familia en la educación de sus hijos, en su opinión sobre los valores, María, su madre nos dice: “Los valores son los pilares que nos sostienen en la vida y, en este sentido, Marieta nos ha enseñado muchos de los valores más importantes: espíritu de sacrificio, superación, trabajo, vivir la vida con alegría, darse a los demás y querer sin condiciones. También a disfrutar de las cosas importantes, a valorar lo que tenemos y a celebrar los pequeños logros de cada día”.
Señala que, en sus vidas, los valores representan mucho, y siempre tienen muy presente la importancia de actuar con coherencia y acorde a ellos. Además, opina que tienen un papel fundamental en el proceso de inclusión de personas con discapacidad porque: “Entre los valores más importantes está la aceptación de las diferencias y el valor intrínseco que tienen para la sociedad”.
Como madre de una hija con síndrome de Down, nos lanza un mensaje que invita a la reflexión: “Pediría que le dieran una oportunidad a la discapacidad, que se acerquen con respeto y cariño, y descubrirán personas únicas e increíbles, personas que aportan a la sociedad unos valores tan importantes que nada sería lo mismo sin ellos. Son imprescindibles y la sociedad es mejor gracias a ellos.”
Desde la Fundación seguiremos trabajando para que su reflexión se cumpla y llegue a todas las personas y partes del mundo.