En España hay unas 23 000 personas con síndrome de Down en edad de trabajar, pero solamente lo hacen unas 1150 de ellas, es decir, el 5%. La vida de las personas con síndrome de Down está cambiando en las últimas décadas, pero todavía existen grandes barreras, especialmente en la vida adulta, que dificultan su plena inclusión y la vida independiente.
La presencia y mayor visibilidad de personas con síndrome de Down en la vida pública y en distintos ámbitos aporta una gran riqueza social. Nos ayuda a entender que las personas somos distintas y contribuimos a través de distintas competencias, actitudes, habilidades y valores para construir una sociedad inclusiva y abierta a la diversidad en la que todas las personas son importantes y valiosas.
No hay un “ellos”, solo existe un gran “NOSOTROS” que incluye a todas las personas.
En la actualidad el gran reto para las personas con síndrome de Down en la vida adulta es conseguir que la presencia en empresas ordinarias sea mayor y deje de ser algo anecdótico o extraordinario. Estamos avanzando, pero tenemos que construir modelos educativos que den respuesta a su vocación, hay que atender a sus intereses y encontrar alternativas que no limiten.
Con esta visión el equipo de la Fundación Adecco trabaja en dos proyectos con personas con discapacidad intelectual: La Cantera de Talentos y Ecoempleo.
Son dos programas diseñados para el entrenamiento de las competencias pelaborales básicas implicadas en el desarrollo pleno como persona adulta, autónoma y con capacidad para la toma de decisiones.
Pablo Pineda, nació hace casi medio siglo en Málaga y rompió las reglas, los parámetros establecidos para las personas con discapacidad y, sobre todo, con síndrome de Down. Fue pionero e hizo historia. Una historia inspiradora que nos ayuda a reflexionar para llegar a la conclusión de que cada persona es única, que no existen dos vidas iguales y que, aunque haya actitudes, valores y aprendizajes valiosos que se pueden extraer de la historia de Pablo, tú tienes que construir la tuya propia, porque tú, como Pablo, eres una persona única entre los más de 9000 millones de personas que hay en todo el mundo.
Solemos fijarnos en el síndrome de Down antes que en la propia persona. Pensamos en sus limitaciones, en sus dificultades, y no tanto en sus posibilidades y en su talento. Nos da miedo la diferencia, nos da miedo enfrentarnos a la diversidad y nos invaden pensamientos lastimeros, sobreprotectores o incluso temerosos. Tenemos que detenernos y darnos cuenta de que detrás de cada persona con síndrome de Down hay exactamente eso, una persona que aspira a lo mismo que cualquier otra, aspira a ser feliz.
Por lo tanto, la esencia de su vida es exactamente la misma que la de cualquier otra: aman, rien, lloran, tienen aficiones y obligaciones… Así que ya sabes, la próxima vez que hables con una persona con síndrome de Down, acuérdate y piensa que hay más cosas que nos unen que las que nos separan.
En 2023 desarrollamos una guía con 21 cosas que no sabías sobre las personas con síndrome de Down de la mano de Pablo Pineda y Caterina Moretti. En ella, enunciamos cosas que pueden hacer, como cualquier otra persona, pero seguro que no imaginabas: las personas con síndrome de Down pueden votar, pueden trabajar, viajar, alquilar un piso… pueden hacer todo aquello que su capacidad les permita hacer, como cualquier otra persona, pero no debemos negar su capacidad y su autodeterminación basándonos únicamente en su condición de personas con discapacidad.
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